miércoles, 6 de mayo de 2015

Bolivianos en otras lenguas

Bolivianos en otras lenguas

Muchas  investigaciones que merecieron ser traducidas no lograron este objetivo por la falta de apoyo y recursos. “Debieran existir incentivos económicos, más acuerdos institucionales y compromiso de los mismos investigadores para traducir sus trabajos a otros idiomas”, según el PIEB.
La Razón (Edición Impresa) / Álvaro Montenegro
00:04 / 03 de mayo de 2015
En 1826, en Bogotá y en Londres se publicó el folleto Project of the Constitution of Bolivia, with an adress of the Libertador. Translated from the original (cuyo título en castellano era Proyecto de Constitución para la República de Bolivia y discurso del Libertador”, 16 páginas), siendo acaso uno de los primeros textos del naciente país en ser traducidos a otro idioma.
Libros de autores nacionales fueron publicados en alemán, inglés, francés, italiano, japonés e incluso chino; tradicionalmente, los textos más traducidos fueron obras literarias, escritos legales e investigaciones académicas.
De acuerdo con el estudioso y bibliógrafo José Roberto Arze, las traducciones de obras literarias y textos legales abundan más. “Basta con mirar la edición china de Metal del diablo, de Augusto Céspedes (1980), o la de Raza de bronce, de Alcides Arguedas (1976), para darse cuenta de que se presta más atención a la traducción de obras literarias”, comenta. En cuanto a los textos legales, la traducción se hace necesaria especialmente porque en el ámbito internacional las lenguas oficiales son el inglés y francés. En este orden, las investigaciones académicas fueron las de menor incidencia.
SOCIALES. No obstante, debido a la transformación política que hoy experimenta Bolivia, existe un mayor interés en el extranjero en conocer investigaciones nacionales en el área de humanidades y en el de las ciencias sociales, especialmente las que tengan que ver con el ámbito indígena. En este sentido, numerosas traducciones fueron realizadas de artículos, discursos y libros del vicepresidente Álvaro García Linera; destacan la edición en inglés de Potencia plebeya: Acción colectiva e identidades indígenas, obreras y populares en Bolivia; la versión francesa de Bolivia/Europa. Miradas sobre las izquierdas y la publicación de un libro en griego que recoge la intervención del Vicepresidente en el VI Foro Internacional de Filosofía en Venezuela, bajo el nombre de Estado, revolución y construcción hegemónica. Estos textos fueron publicados en 2014.
A pesar del aparente interés en conocer lo que pasa en Bolivia, las traducciones del español a otros idiomas siguen siendo escasas. Por ejemplo, el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) se enfoca más en la traducción del inglés al español, aunque también cuenta con una publicación traducida al inglés; la edición antológica de la revista T’inkazos (2003).
La poca traducción en ciencias sociales puede ser explicada por la dificultad que implica su realización. “La traducción de artículos científicos a otros idiomas, principalmente el inglés, y más aún en el caso de investigaciones concluidas, requiere de una inversión económica alta, pues se trata de trabajos especializados en los que deben participar traductores con conocimientos académicos. Ésta es una limitante que, en el caso de Bolivia, obliga a muchas instituciones, como el PIEB, a crear sinergias para cubrir estos costos”, afirma su director Godofredo Sandoval.
¿Por qué se traducen algunos trabajos y otros no? ¿Cuáles son los criterios de selección? Según Sandoval, para que un trabajo sea traducido, del español al inglés o viceversa, éste tiene que poseer tres rasgos: calidad, rigor y relevancia de los temas abordados para el país de destino. No se puede traducir un trabajo cuya temática no sea de interés para los países involucrados en el nuevo idioma. No habría demanda.
¿Qué motivos impulsaron al PIEB a traducir? “Contribuir al desarrollo de la investigación en Bolivia, visibilizando el aporte de investigadores y creando las condiciones para que ese conocimiento llegue a públicos amplios dentro y fuera del país”, responde Sandoval. 
AUSPICIO. Aunque para las traducciones no siempre pueden haber causas académicas. En 1922, Alcides Arguedas, bajo el auspicio de Simón Patiño, publicó su Historia general de Bolivia. Ese año, el autor ejercía funciones de cónsul general de Bolivia en París, posible razón por la que en 1923 se editara la versión en francés de su Historia: Histoire générale de la Bolivie.
Un tema especial en las traducciones fue el marítimo. En 1956, por ejemplo, el libro Un pueblo en la cruz,  de Alberto Ostria Gutiérrez, fue publicado en 1958 en Nueva York con el título The Tragedy of Bolivia: A People Crucified. En 1980, la obra de Juan Siles Guevara Ensayo crítico sobre ‘Chile y Bolivia. Esquema de un proceso diplomático’, de Jaime Eyzaguirre, bajo el auspicio de la Comisión Nacional de la Recordación de la Guerra del Pacífico, se tradujo al inglés y al francés bajo los títulos de Bolivia’s Rigth to the Pacific Ocean: a critical essay on Jaime Eyzaguirre’s y Le Droit bolivien au Pacifique: essai critique sur Chile et Bolivie: schéma d’un processus diplomatique, respectivamente.
En el ámbito político, en 1973 se publicó en Berlín la versión alemana del texto de Guillermo Lora Reevaluación del método de las guerrillas (1968), después de la muerte del Che, con el título Neubewertung der Guerrilla Methode. De igual manera, su Historia del movimiento obrero boliviano se tradujo al inglés por la Cambridge University Press bajo el nombre de A History of the Bolivian Labor Movement.
En 1979, gracias a la iniciativa de grupos aymaras que radicaban en Europa, el libro de Fausto Reinaga; America india y occidente (1974) fue traducido al francés como L’Amerique indienne et l’occident, y un año después al alemán, como America India Und Das Abendland.
En 1987 dos libros de Silvia Rivera Cusicanqui, Política e ideología en el movimiento campesino colombiano: el caso de la ANUC (1982) y Oprimidos pero no vencidos (1984) fueron publicados en inglés con los títulos de The Politics and Ideology of the Colombian peasant movement: the case of ANUC y Oppressed But Not Defeated: Peasant Struggles Among the Aymara and Quechua in Bolivia, 1900-1980, respectivamente; siendo este último libro traducido también al japonés en 1998.
En todos estos ejemplos, los autores necesitaron un auspicio o algún contacto que facilite la traducción de su obra. Muchas investigaciones que merecieron ser traducidas no lograron remontar este obstáculo por la falta de apoyo y recursos. Así, como señala el director del PIEB, Godofredo Sandoval, “debieran existir incentivos económicos, más acuerdos institucionales y compromiso de los mismos investigadores para traducir sus trabajos a otros idiomas”.

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