martes, 23 de julio de 2013

Los ecos del Powow

Como un poderoso trueno empieza a retumbar un enorme tambor ceremonial golpeado por una decena de hombres.

Powow                                     Fotos: Ivar Méndez



La Razón Digital / Ivar Méndez
00:00 / 21 de julio de 2013
En la atmósfera  se respira intensidad y se percibe una energía poderosa,. Una ola de agitación se apodera de los cuerpos de los numerosos participantes congregados en el ingreso a la arena. Como en el inicio de una maratón, se preparan para hacer su entrada.

El resplandeciente sol del mediodía de junio, verano en Saskatchewan (Canadá), hace resaltar sus trajes   bordados con hilos de colores, cuentas  y lentejuelas que brillan como estrellas. Las delicadas plumas de águila que adornan sus cabezas parecen estremecerse con la tibia brisa de la pradera. Es difícil reprimir los adjetivos de hermoso, elegante, deslumbrante.

De pronto, como un poderoso trueno empieza a retumbar un enorme tambor ceremonial, golpeado furiosa y simultáneamente por una decena de hombres sentados alrededor del instrumento. El ritmo de dicho tambor es acompañado por el agudo canto de estos personajes. Los participantes empiezan a bailar siguiendo escrupulosamente el compás de la percusión y con una sobriedad casi mística entran en la arena; ¡el Pow Wow ha comenzado!

Estoy presenciando una ceremonia festiva que realizan desde tiempos inmemoriales las naciones originarias de Norteamérica, especialmente las de Canadá. Esta tradicional ceremonia es denominada Pow Wow, que significa líder espiritual, y se la realiza para rendir honor a los espíritus ancestrales y la cultura nativa de esas naciones.

El Pow Wow es una oportunidad para congregarse y compartir las costumbres de tribus hermanas por medio de competiciones de danza y música.

El encuentro festivo generalmente se lleva a cabo al aire libre en época de verano y el sitio es preparado al detalle en una serie de círculos concéntricos; el principal es el espacio donde se realizan las danzas; alrededor del mismo está el de los tambores y sus músicos, en número que puede variar y que en esta ocasión son ocho que se alternan proveyendo el acompañamiento a los danzantes. Rodeando los tambores está el círculo de asientos para los participantes y sus familias, seguido por el círculo de los espectadores y, finalmente, el de las carpas tradicionales donde se ofrecen artesanías y comida típica a los visitantes.

Los danzantes
Ingresa a la arena el danzante que encabeza el Pow Wow, quien está lujosamente ataviado con un traje de cuero de alce bordado con cuentas doradas y plateadas; lleva en su cabeza un espectacular tocado de plumas de águila y la cara pintada de franjas blancas y negras.

Sus movimientos son precisos y elegantes, pero al mismo tiempo vigorosos; sus pies calzados de hermosos mocasines bordados con motivos antropomórficos llevan el compás del tambor con perfecta armonía. Su mirada se dirige a un punto focal más allá de la arena y de todos nosotros, como si mirara hacia otra dimensión.

En la mano izquierda, el danzante lleva un bastón de mando tallado en madera y en cuyo extremo superior está representada una cabeza de águila; en la derecha porta un abanico de plumas que agita con autoridad, como bendiciendo a los espectadores que se mantienen absortos y en silencio y parecen estar sumidos en un trance hipnótico ante una figura  celestial.

Detrás del personaje principal entran alrededor de 300 participantes del Pow Wow, en bloques bien definidos. Primero los miembros ilustres de las comunidades que intervienen portando banderas de Canadá y de sus respectivas tribus; luego los beneméritos de guerras vistiendo antiguos uniformes militares, algunos enarbolando banderas de sus regimientos.

A medida que ese primer bloque de dignatarios se ubica en el centro de la arena, el ritmo del tambor se acelera y las voces agudizan su timbre. El escenario se electrifica y parece temblar cuando ingresan los bailarines principales, cuyos movimientos alternan entre saltos y contorsiones giratorias, como si estuviesen guiados por un eje espiritual.

Sus trajes captan mi particular atención. Son diferentes el uno del otro, no hay dos iguales, a diferencia de las tradicionales danzas folklóricas bolivianas, en las que numerosos grupos de bailarines lucen trajes uniformados, como se aprecia en Gran Poder o en Carnavales.

La energía que generan los bailarines varones es extraordinaria; en su indumentaria están representados  seres como el lobo, el oso, el zorro, el búfalo y otros.

Las pieles de esos animales se incorporan en los trajes y se dice que el espíritu de ellos se transmite a los danzantes, con lo que se establece una conexión mística con la naturaleza y la fauna que se refleja en todos sus movimientos.

Las mujeres entran detrás de los hombres; ellas mantienen una postura erguida, sus movimientos no son bruscos y tienen la cabeza ligeramente extendida cual si mirasen el cielo. Los brazos se apoyan en las caderas o se los extiende a los lados agarrando el colorido chal que cubre sus hombros. El contraste de sus movimientos con el de los varones es evidente. El movimiento de sus pies es delicado y a la vez rápido, con lo que mantienen el ritmo del tambor.

Hay un aire de elegancia y sofisticación femenina que se complementa perfectamente con la energía y dinámica de los varones. Los trajes de las mujeres son más simples y se parecen al tipoy oriental, con cientos de campanitas añadidas a sus vestidos y que suenan rítmicamente con cada movimiento.

Finalmente entran los niños, imitando el movimiento de los mayores con seriedad y con trajes tan vistosos como los de los principales danzarines. Son quienes aseguran la pervivencia de una costumbre que ayuda a mantener la memoria de las culturas autóctonas.

Todos los danzarines se mueven en una espiral cuyo eje principal es el centro de la arena marcada por el danzante que encabezó la entrada. El ritmo fuerte y marcado de los tambores, los movimientos vigorosos de los hombres y la delicadeza de las mujeres tienen un efecto paradójico en el que se mezcla la algarabía de los bailarines con la espiritualidad de la entrada que expresa claramente un orgullo y respeto a tradiciones ancestrales.

El sonido de los tambores pronto me recuerda la cadencia de similares instrumentos de percusión que usan los quenaquenas en la comunidad de Ilabaya, cerca de Sorata (La Paz, Bolivia), donde pude observar, hace un par de años, la danza de los wakatokoris con motivo de la festividad del patrono de Ilabaya, el Señor del Dulce Nombre.

Al admirar tan solemne celebración de pueblos norteamericanos reflexionó acerca de las similitudes y diferencias entre ambas festividades y se hace evidente que existe una tradición común en las naciones originarias de la Américas y es la reverencia por la naturaleza, el espíritu de las montañas y los animales.

Envuelto en mis pensamientos y con cierta curiosidad me encamino hacia las carpas ubicadas en el círculo más periférico del Pow Wow, donde se sirve la comida típica de las naciones originarias del Canadá, y mientras le doy un mordisco a mi filete de búfalo, mi mente y espíritu inevitablemente se remontan hasta los Andes bolivianos.

La provincia de Saskatchewan
La provincia de Saskatchewan, en el oeste de Canadá, tiene la forma de un trapecio que está al centro de las praderas de ese país norteamericano. Su capital es Regina, aunque la mayor parte de la población se concentra en la parte sur de la provincia, particularmente en la ciudad de Saskatoon. La agricultura, particularmente el cultivo del trigo (45% de todo lo que se cosecha en el país), es una parte fundamental de la economía provincial. Otra fuente importante de recursos es la minería; Saskatchewan es la mayor productora de uranio del mundo.

El nombre de la provincia proviene del río homónimo, palabra que deriva del idioma cree y que significa “río de curso veloz”.

En Saskatoon se encuentra una de las universidades con mayor tradición, fundada en 1907, que ofrece más de 100 programas académicos y profesionales. Está catalogada entre las 300 mejores universidades de investigación del mundo, con dos ganadores del Premio Nobel entre sus graduados.

(*) El autor es Profesor de la cátedra de Neurocirugía y  Director del Departamento de Cirugía del Real Hospital Universitario y la Universidad de Saskatchewan, Canadá.

(**) Una primera edición de este artículo, además de las sugerencias, corresponden a la Dra. Ivonne Aracena Landaeta.


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miércoles, 10 de julio de 2013

26 de junio de 1541: murió asesinado Francisco Pizarro

Después de liquidar una parte de la civilización inca, Francisco Pizarro y Diego de Almagro tuvieron diferencias al momento de repartirse los territorios sometidos y se desató la guerra civil. Vencido y ejecutado Almagro, Pizarro reorganizó el imperio y distribuyó entre sus soldados las riquezas arrebatadas al vencido, pero omitió del reparto a los partidarios de Almagro, a quienes perdonó la vida. Pedro de San Millán, Diego Méndez, Martín Carrillo, Juan Tello, Francisco de Chaves, Diego de Hoces, Jerónimo de Almagro, Gómez Pérez, Martín de Bilbao, Cristóbal de Sotelo, García de Alvarado y Juan Rodríguez Barragán desataron un odio furibundo a Pizarro -que, como Gobernador y Capitán General, vivía en Lima- y concibieron un plan para asesinarlo. Al mediodía del domingo 26 de junio de 1541, diecinueve hidalgos salieron del portal de Botoneros, cerca al actual Callejón de los Clérigos, y se dirigieron al palacio del gobernador, que departía con su hermano Martín de Alcántara, Juan Ortiz de Zárate y dos pajes. Los conspiradores entraron al reciento, desenvainaron sus espadas e intentaron penetrar en la habitación donde se encontraba el gobernador, que se defendía con bravura, pero recibió una estocaba en la garganta de la espada de Martín de Bilbao. Pizarro se precipitó al suelo mientras se desangraba y Juan Rodríguez Barragán lo ultimó al romperle en la cabeza una garrafa de barro de Guadalajara. Sus despojos mortales fueron enterrados cerca al altar mayor de la Catedral de Lima. En 1977 se halló una caja de plomo que contenía su cráneo y su maxilar, junto con la empuñadora de su espada. Como sucedió en su momento con las osamentas de Cristóbal Colón, René Descartes y Ricardo III, se puso en duda la autenticidad de sus restos. El antropólogo Hugo Ludeña verificó años después que se trataba de los huesos de Pizarro -además de especular que tenía ascendencia judía- pero su hipótesis fue desechada por Edmundo Guillén y Antonio San Cristóbal, aunque un examen forense reciente confirmó su identidad y proporcionó varios detalles: padecía de artritis y artrosis, tenía hernias discales y prolongaciones óseas en los talones, caminaba con dificultad y ya no podía cabalgar. En sus últimos años, consumía sólo vegetales y había perdido todos los dientes molares. Recibió 20 puñaladas, no 12: al parecer, intentaron decapitarlo, le provocaron un corte en el pómulo derecho, hay hendiduras en el pecho y en el estómago y le hicieron saltar el ojo izquierdo. Ese asesinato cruel hizo que el gran José Antonio del Busto comparara su muerte con la de Julio César. Hoy sus restos reposan en la Catedral de Lima. (Javier Mujica)

lunes, 8 de julio de 2013

Diario de la Expedición Novara. 1859 [fragmentos de versión chilena, en proceso]

Así nos vió la Novara. Impresiones austriacas sobre Chile y el Perú en 1859 [título de la versión chilena del diario de Karl von Scherzer dado a conocer de manera parcial en esta edición] Manuel Torres Marin. Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile 1990

Reise der oesterreichischen Fregatte NOVARA um die Erde in den Jahren 1857, 1858, 1859. Karl von Scherzer, Viena, 1861-1862. [Título verdadero: La fragata austriaca Novara en todo el mundo en los años 1857, 1858, 1859]


"En 1859, en las etapas finales de una circunnavegación del mundo, estuvo en aguas chilenas la fragata Novara de la Marina de Guerra del Imperio de Austria, mandada por el comodoro Bernhard von Wüllerstorf-Urbair, a bordo de la cual viajaba una comisión científica de carácter científico. Cuando la fragata zarpó de regreso a Europa, por la ruta del cabo de Hornos, uno de los miembros de dicha comisión, el Dr. Karl von Scherzer, se dirigió separadamente hacia el norte a fin de visitar Lima y otros lugares del Perú. El relato de la expedición de la Novara, que se publicó años después (1), contiene, por eso, sendos capítulos de observaciones sobre Chile y el Perú.
[...]
"De la obra escrita por Scherzer se han tomado, para presentarlos en estas páginas, los capítulos relativos a Chile y el Perú. La traducción es razonablemente completa, pues sólo se han omitido algunas obseravciones muy ajenas al interés general, por ejemplo, necesidad de una mayor representación consular en estos países; las propiedades de la coca, etc. Alguna frases o incluso párrafos se han combinado, o dividido, para facilitar la lectura."
[...]
"Los marinos y los hombres de ciencia de la Novara, buque de guerra austríaco, se calificaban a sí mismos una y otra vez como alemanes. Esta identificación, que es bastante clara a la luz de la historia, se ha de entender como una relación de especie a género. Los austríacos -como los bávaros, los hannoveranos, los hamburgueses, los prusianos, los sajones o los turingios, para no nombrar sino a algunos- eran alemanes; separados todos ellos entre sí por sus gobiernos territoriales, pero unidos por la lengua, la cultura y los recuerdos de mil años de esfuerzos, éxitos, fracasos y luchas externas e internas, recuerdos que constituían su historia común (2). [...]

A los que pertenecemos a una nación homogénea y unificada desde el primer momento, tanta variedad y dispersión nos resulta un poco difícil de captar, conceptual y hasta verbalmente. No así, por supuesto, a los alemanes. En cuanto a lo primero, nunca tuvieron miedo de la complejidad conceptual; y en cuanto a lo segundo, salían del paso recurriendo a dos palabras que situaban sus sentimientos de comunidad en una jerarquía conveniente: Heimat y Vaterland. La primera, derivada de Heim (hogar), quiere decir la región, provincia o distrito en donde, sea por nacimiento o por residencia, se concentran los afectos más personales de cada uno. Vaterland (derivado de Vater, el padre) es la patria en sentido más amplio (8). [...]

[14]

La fragmentación de Alemania impidió, hasta muy entrado el siglo XIX, que la capacidad creadora de su pueblo, tanto en lo material como en lo intelectual, irradiara hacia los océanos y, por ende, hacia

[15]

el resto del mundo. Debido a la impotencia política de la nación en su conjunto, no estaban las ciudades alemanas del norte en situación de recuperar algo de la vasta influencia comercial que, como Liga Hanseática, poseyeron durante la Edad Media; mientras que, en el sur, el tráfico marítimo austríaco se asomaba apenas del adriático. En Viena quedaba el receurdo de experiencias frustradas, como el proyecto de establecer una compañía de navegación  en los Países Bajos a combinaciones diplomáticas ilusorias; o de unas experiencias comerciales en el Lejano Oriente, sin fruto, a finales del mismo siglo.

Fue sólo al conjugarse las fuerzas internas cuando la nación alemana salió a navegar, en competencia, al principio limitada y pronto muy considerable, con las potencias marítimas más antiguas. El robustecimiento de Prusia, una vez rechazada la agresión napoleónica, infundió nueva vida en los puertos del Báltico y del Mar del Norte y se tradujo en la creación de una incipiente marina mercante y militar. Por otro lado, la consolidación de Austria, con el establecimiento de una administración pública más eficiente, en lugar de las vetustas autoridades regionales y locales, tuvo el mismo efecto en el Adriático. Trieste y Venecia se llenaron de mástiles, tal como Hamburgo, Bremen, Danzig y Koenigsberg. Al desarrollo de la actividad naval siguió un auge nuevo de los viajes de investigación. Desde el último cuarto del siglo XVIII, uno que otro alemán salía a ver el mundo de manera aislada, como Humboldt, o a bordo de un buque extranjero, como Thaddaeus Haenke, Adalberto von Chamisso o los Forster, padre e hijo (10); pero desde ahora se multiplicaron los viajes, y también bajo bandera de una potencia alemana, como en el caso de la Novara.

Estos hechos se hallan apenas a siglo y medio de distancia de nosotros, pero parecen mucho más lejanos por obra de los cataclismos políticos ocurridos en nuestros propios días, que han derrumbado fronteras centenarias, han expulsado de sus hogares a pueblos enteros y han erigido independencias ilusorias; todo ello en provecho exclusivo del imperialismo moscovita que, cumpliendo ambiciones muy antiguas, se han derramado, como otrora los mongoles, hasta el corazón mismo de Europa.

4

La iniciativa del viaje de la Novara se debió al Archiduque Maximiliano, hermano del Emperador Francisco José. Ese príncipe, nacido en [16] 1832, hombre de bastante inteligencia, imaginación desmesurada y mucho deseo de emplear sus fuerzas en algo más que papeles decorativos, desempeñó durante diez años, de 1854 a 1864, el cargo de comandante supremo de la Marina de guerra de Austria. [...] Un viaje de tan variadas finalidades exigía también un jefe de cualidades muy especiales. Fue este el comodoro Bernhard von Wüllerstorf-Urbair. Había nacido en Trieste el 29 de enero de 1816, pero pertenecía a una vieja cepa alemana (como indica el apellido Urbair -propiamente Urbayer- que apunta a una procedencia de Baviera), establecida en Moravia desde hacía siglos. Era, pues, de los alemanes sudetes; de aquel pueblo cuya expulsión en masa de Checoslovaquia, en condiciones de indecible brutalidad, es una de esas acciones que aún no han sido juzgadas por ningún tribunal de crímenes de guerra, y seguramente no lo será nunca porque fue perpetrada con el beneplácito de los vencedores de 1945. [...]

El Archiduque Maximiliano se preocupó también de constituir un equipo apropiado para este viaje, por lo cual invitó a la Academia Imperial de Ciencias a que designara a dos científicos participantes. La Academia eligió con este objeto a un especialista en geología y geofísica, el Dr. Ferdinand Hochstetter, y a un botánico, el Dr. Eduard Schwartz. A fin de ampliar el campo de los estudios se decidió que se embarcasen también dos zoólogos, Georg Frauenfeld y Johann Zelebor, un experto en horticultura, Anton Jellinek, y un especialista en etnografía y en asuntos comerciales y estadísticos, el Dr. Karl von Scherzer (que se encargó más tarde de escribir el informe sobre la expedición). Como solía hacerse todavía entonces, cuando la fotografía estaba en pañales, se contrató asimismo a un pintor, Josef Selleny, con el cometido de fijar las imágenes de las tierras y los pueblos que iban a visitar y de hacer croquis de los objetos de interés científico que encontrasen. (12)

"Gobernaba entonces a Chile el Presidente Manuel Montt, cuyo elevado sentido de la autoridad y de la responsabilidad era continuación directa de la tradición establecida por Diego Portales. [...] Esto eran incapaces de entenderlo ciertos ideólogos, enamorados de fórmulas que les llegaban de Europa cortadas y cosidas, pero sin proporción a la realidad humana y material de nuestro pueblo en ese entonces. Poniendo todo su conato en aniquilar la grandiosa concepción portaliana del Estado, y tomando en la boca como estribillo el nombre de los pueblos [...] Eso mismo acababa de ocurrir en los primeros meses de 1859. Fomentado por señoritos que se las daban de girondinos (lo que indica su desconexión), se extendió por el país un movimiento revolucionario, compensando con el ruido su falta de finalidades constructivas. Como el pueblo auténtico permaneció tranquilo, la revolución fracasó pronto casi en todas partes. ünicamente en Copiapó un plutócrata con pujos de héroe libertario logró reunir una fuerza armada. se libraron dos combates cerca de La Serena; el movimiento se desinfló; los responsables huyeron; el país volvió a la tranquilidad (16).

[...]
"Y con esto entramos en materia, esto es, la traducción parcial del informe sobre la expedición de la Novara, traducción que abarca el final del capítulo XX, el capítulo XXI casi completo y casi todo el capítulo XXII, o sea, alrededor de 150 páginas del tomo II de la edición utilizada. Como un texto de tal magnitud sería algo tedioso, lo he subdividido en secciones, aun cuando ello no estuviese en la intención del autor, pero el lector acaso lo agradecerá.
[...]
"En cuanto a la traducción misma, ya he indicado la omisión de algunas materias que se alejan demasiado del propósito central de las presentes páginas, el cual no es otro que el de presentar la imagen que de Chile y el Perú se formaron los expedicionarios de la Novara. [...]"
"Las notas que aparecen al pie de las pa´ginas son las del autor; he omitido algunas, por ser obvias o de interés muy restringigo o ya anticuado; también he incorporado unas cuantas en el texto, cuando no había para qué molestar al lector con llamadas de pie de página. Las notas del traductor se presentan reunidas a continuación del texto, si bien unas pocas se han puesto seguidamente a las del autor, insertas entre corchetes e identificadas con las letras N.T., cuando la materia parecía requerirlo así. La reproducción de algunos documentos, incluidos en un apéndice, complementa la presente evocación del viaje de la Novara por estas costas."
(Manuel Torres Marín, editor y traductor del diario de la Expedición Novara: Así nos vió la Novara. Impresiones austriacas sobre Chile y el Perú en 1859. Editorial Andrés Bello, Santiago 1990.)

Fragata Novara: Reise der österreichischen Fregatte Novara um die Erde. 18611876.
Ver: Georg von Frauenfeld http://es.wikipedia.org/wiki/Georg_von_Frauenfeld

XIV
[1859]

Cinco días después de zarpar la Novara abadoné el puerto de Valparaíso como pasajero del vapor Callao (60). El tiempo era muy desfavorable, llovía a torrentes y, debido a la agitación del mar, fue bastante molesto embarcarse llevando gran cantidad de equipaje. Por eso debo dejar constancia con gratitud de que el comandante del navío de guerra inglés Ganges tuvo la amabilidad de hacerme llevar a bordo en uno de los botes de su buques y también de que, a pesar [85] del mal tiempo, habían acudido al vapor muchas personas que deseaban despedirme y entregarme cartas de recomendación para las autoridades y personalidades influyentes de los lugares que visitaría. Ya se había dado la segunda señal de campana, indicando que todos los visitantes debían retirarse, cuando al costado de babor atracó un bote pequeño, muy zarandeado por las olas, y de él subió a cubierta una figura alta y flaca. Era el capitán Stewart, de la goleta Luise, que yo había conocido casualmente en la isla de Tahití y que ahora, medio sin aliento, me puso en las manos un paquetito diciendo: "Aquí está el extracto de mi diario sobre mi último viaje de la isla Norfolk a la de Pitcairn, que usted deseaba tener y yo le había prometido." Se trataba de las anotaciones sobre los sucesos más recientes de los habitantes de Pitcairn, que ya se dieron a conocer al lector en un capítulo anterior (61). El esforzado capitán había cumplido su palabra como verdadero inglés. Poco después salió el Callao del puerto e inició el viaje al norte.

Los vapores de la Pacific Steam Navigation Company, que hacen el recorrido entre Valparaíso, Lima y Panamá, son bastante grandes, limpios y equipados con elegancia; pero, debido a la congestión de pasajeros para los puertos intermedios [al igual que el general William Miller, que batalló en aquellas costas durante la Guerra de Independencia, el autor del diario llama "puertos intermedios" a los puertos que se encuentran entre Valparaíso y Callao, los dos grandes puertos del Pacífico sudamericano durante el siglo XIX], el viajero se siente muy poco desahogado y cómodo. A pesar de lo elevado de la tarifa (*), en cada camarote deben dormir en caso necesario tres o cuatro pasajeros, lo cual, con el calor tropical que reina, es muy molesto y a veces intolerable. Yo personalmente no tuve ningún motivo de queja a este respecto, pues todos los capitanes, apenas se enteraban de mi relación con la expedición de la Novara, me trataban con la mayor atención y deferencia, dejaban para mí solo un camarote especial, y durante la estadía en un puerto ponían su propio bote a mi disposición.

A la mañana siguiente de nuestra partida de Valparaíso llegamos a Coquimbo, donde pocas semanas antes, el 29 de abril de 1859, las tropas chilenas habían librado la batalla decisiva contra Pedro Gallo. Coquimbo es una pequeña ciudad de unas 2.000 almas, que debe su importancia sobre todo a las ricas minas de cobre de la región. El señor Longomasino (62), periodista francés que había sido una de las muchas víctimas del golpe de Estado de Luis Napoleón en Francia y que, como el lector recordará, había obtenido permiso para hacer el viaje desde Tahití a Valparaíso a bordo de la Novara, se hallaba

(*) Precio del pasaje en primera clase, incluida la alimentación: de Valparaíso al callao (1.467 millas), 95 dólares; del Callao a Panamá (1.594 millas), 110 dólares; de Aspinwall (Colón) a Santo Tomás y Southampton (4.572 millas), 360 dólares. En total, para 7.633 millas, 565 dólares.
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Pedro León Gallo Goyenechea (Copiapó, 12 de febrero de 1830Santiago, 16 de diciembre de 1877). Fue un político chileno y uno de los fundadores del Partido Radical. Hijo menor de Miguel Gallo Vergara, millonario minero de la plata de Chañarcillo, y de Candelaria Goyenechea y de la Sierra. Realizó sus primeros estudios en el Colegio de la Merced de Copiapó, ingresando luego al Instituto Nacional.
Escribió sus primeros artículos políticos en el periódico La Tribuna en 1850; en ellos adhirió a la idea del orden público, pero con ciertas reformas. Defendió al gobierno de Manuel Montt en abril de 1851 y En 1852 regresó a Copiapó. Junto con dedicarse a los negocios familiares, en Copiapó Pedro León Gallo continuó con su vida política al ser elegido regidor. Pero fue destituido por el intendente, debido a un incidente protagonizado por el jefe de la policía de su ciudad natal a quien Gallo recriminó al aplicar castigos a gendármenes con cepos en la plaza pública, acto avalado por la intendencia. Esto gatilló un cambio en su percepción sobre el gobierno de Montt, comenzando a frecuentar reuniones de opositores en el Norte y en Santiago, quienes ya proyectaban una revolución. Dio a conocer sus opiniones políticas en las páginas del periódico El Copiapino. Como político revolucionario, organizo una fallida sublevación en contra del gobierno conservador de Manuel Montt en 1859. Gallo organizó una junta política que agrupó a ciudadanos descontentos con el gobierno y que logró popularidad a nivel regional, Se apoderó de la ciudad de Copiapó e, incluso, consiguió armar a un mediano ejército con recursos propios y con otros aportes de la burguesría minera revolucionaria.
Avanzó hacia el sur rumbo a Santiago y tras el triunfo de la batalla de Los Loros (14 de marzo de 1859) se apodera de Coquimbo y La Serena. Sin embargo tras la derrota de Cerro Grande (29 de abril) en las cercanías de La Serena, se exilia en Argentina, Estados Unidos y luego a Europa. Vuelve tras la amnistía dictada por el presidente José Joaquín Pérez en 1863. 
Posteriormente es fundador de la Asamblea Radical de Copiapo (1863). Candidato a la presidencia en 1866. Su actividad política posterior lo llevo a ser electo diputado por Copiapó y Caldera 10 años seguidos (1867-1876), Senador por Atacama (1876-1882), pero no completó su periodo al fallecer en 1877. Su repentina muerte estuvo ligada al agravamiento de una antigua herida que había recibido en la batalla de Los Loros en 1859.
Referencias: Joaquín Fernández Abara: “mayo de 1859. La caída de Copiapó y el fin de una revolución”, en Juan Luis Ossa, et al.: XIX. Historias del siglo diecinueve chileno. Santiago, Vergara, 2006. 2 ediciones. / Joaquín Fernández Abara: "Von der Kollaboration mit dem Staat zum regionalen Protest: Die Junta de Minería von Copiapó und der Ursprung des Bürgerkriegs 1859". En Stefan Rinke, Monika Contreras, y Lasse Hölck (Hrsg.) Regieren an der Peripherie. Amerika zwischen Kolonien und unabhängigen Republiken. Verlag Hans-Dieter Heinz, Akademischer Verlag Stuttgart: Stuttgart, 2010. (Fuente: Wikipedia)

entre los pasajeros; se dirigía a Coquimbo con el propósito de encargarse, contando con el apoyo de amigos, de la redacción de un diario político en la Serena, ciudad minera de 20.000 habitantes. En Coquimbo estuve a bordo de la corbeta británica Amethyst, que un año antes estaba al ancla en Singapur al mismo tiempo que la Novara, y fui recibido con mucha deferencia por su amable capitán. Para sorpresa mía, encontré a bordo de este buque cierto número de civiles. Eran refugiados que habían participado con demasiada energía en el levantamiento reciente y que, perdida toda esperanza de éxito, buscaban y encontraban asilo en territorio británico, que eso es un barco de guerra de dicha nacionalidad.

Como a las 11 de la noche pasamos el insignificante puerto de Huasco y al día siguiente, alrededor de las 9 de la mañana, estábamos en caldera, pequeño y triste pueblo de unos 2.000 habitantes, construido sobre cerros de arena. No se veía por ninguna parte vestigio alguno de vegetación, ni una planta, ni una brizna de hierba; todo, hasta donde alcanzaba la mirada, era un desolado arenal. Tan sólo ventajas pecuniarias muy favorables podían haber inducido a la población a elegir como residencia un desierto que carece hasta del elemento más esencial para la vida, el agua potable. Cada gota de este líquido, aquí doblemente valioso, ha de traerse actualmente del interior, a una distancia de 90 millas inglesas, de modo que el barrilito de unos 15 Mass (63) tiene un precio de 35 centavos. El abastecimiento de agua para 90 ó 100 trabajadores cuesta ahora 40 dólares por semana. En esos momentos se estaba instalando una máquina destiladora movida por vapor, a fin de convertir el agua de mar en agua potable y obtener así el indispensable líquido en el mismo lugar, e incluso más barato. Caldera está unida por un ferrocarril con la ciudad minera de Copiapó, situada en el interior a 41 millas de distancia, en cuyas cercanías se hallan ricas minas de oro y plata. Este ferrocarril es tan lucrativo que, aunque su construcción hasta las explotaciones mineras exigió una inversión de 2,5 millones de dólares, deja actualmente a los accionistas una ganancia anual del 16%.

Visité los hornos de fundición de cobre, que pertenecen a una sociedad por acciones inglesa y que entregan anualmente de 1.800 a 2.00 toneladas de cobre casi puro (90-96%) en lingotes y barras. El mineral tal como sale de las minas de Copiapó contiene apenas del 18 al 36% de metal, y debe someterse a seis o siete procesos de fundición antes de alcanzar un grado de pureza tal, que pueda venderse con ventaja en el mercado europeo. Los hornos producen diariamente siete toneladas de cobre y consume 60 toneladas de carbón, que viene en parte de Swansea y en parte de Pennsylvania, [87] a un costo de 11-15 dólares por tonelada (2.140 libras) (*). El salario asciende siempre en Caldera a dos o tres dólares diarios, por lo cual la empresa no resulta tan lucrativa como los sería en condiciones de trabajo más baratas. La producción anual total de las minasde cobre y plata del departamento de Copiápó llega a un valor de 41 millones de dólares. ocupa a seis o siete mil trabajadores, o sea, más o menos la tercera parte de la población de todo el distrito.


XV

El 20 de mayo llegamos a Iquique, el puerto más meridional del Perú, que tiene unos 4.000 habitantes y que, en los últimos años, ha adquirido mucha significación debido al salitre que existe a lo largo de su árida costa. Este se exporta de aquí en grandes cantidades (más de un millón de quintales al año) a Inglaterra, América del Norte y Alemania, donde se utiliza muy ventajosamente como fertilizante. Al momento de nuestra visita se encontraba en el puerto de Iquique un gran mercante francés, la Victorine, de Burdeos, de 3,000 toneladas de desplazamiento, que se disponía a cargar no menos de 60.000 quintales de este valioso producto. El salitre se encuentra a una profundidad de uno o seis pies, mezclado con materias terrosas; se le hierve en grandes calderas para separarlo de esas substancias, y una vez seco y en forma de tortas, se le lleva a bordo en sacos de 250 libras. El valor del salitre refinado es de 21 reales por quintal en el lugar de la explotación, y en Inglaterra es de 16 a 17 libras esterlinas por tonelada. Según una estimación superficial, la cantidad de salitre que existe a lo largo de la costa peruana en una extensión de 30 millas parece ascender a 60 millones de toneladas, o sea, 1.200 millones de quintales, lo cual a base de la exportación actual (**), alcanza para más de mil años. También en Iquique es tan grande la escasez de agua, que la ciudad se abastece por medio de un aparato de destilación; lo cual es un negocio que, dado el intenso movimiento

(*) Hasta ahora no se utiliza el carbón que se extrae en el Sur de Chile, en las cercanías de Lota, porque el transporte sale muy caro en relación a la calidad. Sigue siendo más ventajoso traer carbón de Inglaterra o de la América del Norte.
(**) La exportación de salitre va en crecimiento continuo. En 1858 fue de 1.220.640 quintales; en 1859 subió a 1.574.199, de los cuales se despacharon 447.887 a Inglaterra, 304.025 a Francia, y el resto a Alemania.

[88]

actual, rinde unos 600 dólares diarios. En efecto, el líquido debe comprarse no sólo para los hombres sino también para los animales; por ejemplo, el agua que necesita una mula para beber hasta saciarse cuesta un real.

En muchos lugares de la costa se encuentra también bórax o tincal (borato de sosa natural), pero su exportación estuvo prohibida durante bastante tiempo, pues el Gobierno peruano, haciendo gala de desconfianza, quería cerciorarse primero del valor y de la utilización de este producto natural, como también de la posibilidad de explotarlo en beneficio del Fisco. Actualmente se exportan al año de 15 a 20 mil quintales de bórax, que vale entre cuatro y cinco dólares por tonelada. Mientras nos hallábamos al ancla en Iquique, psaron junto al buque varios individuos del país navegando velozmente en embarcaciones muy primitivas, unas como canoas de pieles de lobo marino atadas entre sí. A fin de impedir un vuelco, llevaban a cada lado vejigas llenas de aire.

El aclor se hacía cada vez más intenso. La vista de la costa arenosa y desnuda, sin un solo árbol, verticalmente abrupta, causaba una melancólica impresión, que apenas podían disipar las hermosas montañas cuyas cumbres subían, en el horizonte, a una altura de 2.000 a 4.000 pies. Gran parte de los pasajeros, casi todos peruanos, buscaban consuelo a la monotonía del paisaje sentados en torno al tapete verde en el salón. Se jugaba al rocambor (parecido al juego del hombre) y después al monte y a los dados, por sumas muy crecidas. Vi poner diez cóndores (cien dólares) a una sola carta. Algunos señores viejos permanecían prácticamente desde las 9 de la mañana hasta medianoche sentados en un rincón del salón, jugando sin cesar. Me dijeron que un peruano rico perdió una vez, durante un viaje de ocho días, alrededor de 80.000 dólares.

El 21 de mayo anclamos en Arica, pequeña y bonita ciudad marítima de 7.000 habitantes, rodeada de hermosos y lujuriantes huertos. Pertenece al Perú, pero ha de considerarse más bien como el puerto principal de salida para los productos bolivianos. La desvinculación política de Bolivia es una injusticia flagrante contra ese espléndido país y su laboriosa población. El puerto de Arica corresponde naturalmente a Bolivia, no al Perú; los intereses comerciales y el tráfico unen a sus habitantes mucho más con los del norte de Bolivia que con los de la República peruana (64). Las exportaciones principales de Arica consisten en plata, cobre, lana de alpaca, quina, pieles de chinchilla, algodón y estaño. En el pueblo funcionan dos molinos harineros movidos a vapor; el trigo viene de Chile y la harina se envía a los puertos de la costa. Existe un ferrocarril de arica a Tacna (39 millas inglesas), que facilita mucho el tráfico; el cual, por [89] lo demás, se efectúaen el interior del país en gran parte por estrechos y difíciles senderos para mulas (*). En los pueblos de la costa peruana, donde, como se sabe, no llueve nunca e incluso el rocío es muy escaso, las casas, que están hechas de adobe, tienen techos completamente planos cubiertos de cañas delgadas, por lo cual, vistas desde la calle, perecen estar inconclusas. Lamentablemente, estas superficies parecidas a azoteas son utilizadas por los habitantes sólo para depositar las suciedades que se juntan en las casas. El que, para tener una vista de la ciudad, sube a una de las planquísimas colinas de arena que la rodean, conservará largo tiempo en la memoria el feo y típico espectáculo que así se le ofrece.

Inmediatamente junto al suburbio de la Chimba empieza a mostrarse el carácter desértico de la región. ice una excursión a las colinas de arena de la vecindad, porque me dijeron que ahí se encuentran muchas sepulturas incásicas y que con frecuencia aún se desentierran momias. Debido a la gran sequedad del aire, los cráneos dispersos por la superficie se veían tan bien conservados como una preparación de laboratorio. Incluso algunos cadáveres de animales tampoco mostraban señal alguna de descomposición, sino que estaban enteramente amojamados. La pecualiaridad de las condiciones atmosféricas, la gran sequedad del aire, la abundancia de sales en el suelo, han contribuido seguramente más que la pericia de los indígenas a la tan admirada conservación de sus cadáveres. un ahora cuando los mestizos peruanos cristianizados, si no han perdido nada de sus viejas supersticiones, han olvidado casi todas sus antiguas costumbres y artes, al deenterrarse los cuerpos muertos se ven como momificados, aunque hayan sido inhumados sin ninguna prevención especial. Incluso la envoltura de los cadáveres en telas parece haberse hecho después de la desecación, pues, de otro modo, esas vendas no estarían tan apretadas sino que colgarían sueltas de los cuerpos achicados.

Me he traído el cráneo de un indio de los alrededores de Arica, el cual es muy notable por la deformación resultante, al parecer, de habérsele aplicado vendas circulares. Esta deformación artificial obedece a la extraña costumbre de varias tribus indias de ambas Américas, que por los medios más diversos cambian mecánicamente de forma el cráneo de los recién nacidos. Cuán diferentes son los conceptos de hermosura entre las diferentes tribus que habitan la costa occidental del gigantesco continente americano, puede verse por el cráneo

(*) De Arica parten senderos de mula hacia Potosí, Oruro, Cochabamba, La Paz, Chuquisaca y Calamaca [sic], el punto habitado más alto del mundo, a 13.800 pies sobre el nivel del mar, con 800 habitantes.

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de un indígena de Puget Sound, en el territorio de Oregón, que ha llegado a mis manos gracias a la bondad de mi apreciado amigo el Dr. Aquinas Ried, quien, a su vez, lo recibió en 1856 de un médico de la Marina de los Estados Unidos. [...]


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XVII

A 10 millas inglesas de Pisco, casi frente a la ciudad, se hallan las afamadas islas de Chincha (69) o del guano. Hacia ahí nos dirigimos ahora. Son tres pequeños islotes sobresalientes del mar, muy próximos entre sí; el más septenctrional de los cuales es el que ya ha sido más explotado. En este se halla también el pueblo principal, compuesto de más de un centenar de cabañas de maedra, con una población de 200 a 250 almas. En 1858 aún vivían en las islas unas 2.000 personas, y a veces estaban surtos en el puerto varios centenares de buques para cargar el valioso excremento de aves, del cual existe en estas islas un volumen inmenso. Al momento de mi visita, la explotación habís disminuido, se había reducido el número de trabaajdores, y al respecto no llegaban sino pocos barcos.

Las islas ofrecen un aspecto triste, desolado, desnudo, porque el guano no contiene todos los elementos necesarios al sustento de las plantas; en efecto, su ceniza se distingue de la de semillas de trigo, arvejas y frejoles sobre todo en su escaso contenido de potasio y magnesio. La isla del norte mide 4.200 pies de largo, 2.500 a 1.800 de ancho y 150 a 180 de altura. El guano, que es el excremento de diversas aves marinas, sobre todo gaviotas, piqueros, cormoranes y tijeras (70), forma capas de un color en parte gris pardusco y en parte rojizo, que en algunos lugares alcanzan un espesor de 120 pies. Las cabañas de los habitantes están construidas encima de los depósitos de guano. En la isla existe también, desde hace poco, un hotel cómodo y bonito. Todos los medios de sustento, incluso el agua potable, han de traerse del continente, que está a 14 millas de distancia. Por consiguiente, la vida es también bastante cara, si bien no impone privaciones ni carece de pasatiempos. Uno de los habitantes, un sueco que posee una pequeña tienda en la isla, me decía: "Aquí en la isla de Chincha vivimos tan bien y tan gustosamente como se podría e cualquier lugar de la tierra, y a veces hasta tenemos música y baile".

En mayo de 1859 consistía la pobnlación de 50 europeos, 50 chinos y 250 peruanos y negros. La mayor parte son trabajadores que, sea como mangueros, sea como abarrotadores, se ocupan con grandes esfuerzos en aflojar el guano endurecido y llevarlo a los [95] puntos de embarque. Los trabajadores libres ganan entre 1,50 y 2,00 pesos por día; los chinos, en cambio, sólo cinco pesos al mes y una ración de arroz. Un hacendado peruano de nombre Domingo Elías tuvo la idea de introducir a sus expensas varios centenares de chinos, los cuales, como los culíes exportados a las islas del caribe, debían pagar con su trabajo los gastos del viaje. La labor de los pobres hijos del Celeste Imperio se explotaba de la manera más inhumana. En tanto que, mezclados con presidiarios, debían trabajar más tiempo y más arduamente que los demás jornaleros, no recibían más que la décima parte del salario usual. El estado sanitario me pareció sumamente favorable. Entre los trabajadores del guano se daba la cifra más baja de enfermos. Incluso el olor penetrante y muy desagradable de este fertilizante amoniacal no parece afectar de ninguna manera perjudicial a los órganos respiratorios, puesto que las enfermedades pulmonares son muy raras. Más bien se ha observado, según dicen, que los enfermos del pulmón, si están en la fase inicial, pueden beneficiarse de una permanencia prolongada en las islas del guano y regresan al continente físicamente mejorados.

 Los primeros intentos de exportar guano del Perú a Europa como fertilizante se hicieron en 1832; pero con resultados tan desafvorables para los empresarios, que pasaron ocho años antes que la firma Quirós volviera a dirigir su atención al guano como artículo de comercio. Mediante el pago de una suma fija, obtuvo del Gobierno peruano el privilegio de exportación por un período de seis años. Sirivieron de motivo los ensayos que en ese tiempo había hecho en Liverpool con el guano un cierto señor Meyers, ensayos que dieron resultados sorprendentes. Entre marzo y octubre de 1841, en 23 buques se enviaron 6.125 toneladas de guano peruano a Inglaterra, Hamburgo, Amberes y Burdeos. En noviembre de ese año, la barca inglesa Byron trajo al Perú la feliz noticias de que la tonelada de guanao se vendía en Inglaterra a 28 libras esterlinas. Este hecho, tan inesperado como lucrativo, tuvo por consecuencia que el Gobierno, por un decreto de fecha 17 de noviembre, anuló el convenio concertado con Quirós e invitó de nuevo a los especuladores a solicitar en arriendo la exportación de guano. Esta exportación hacia todas partes del mundo ha alcanzado desde entonces dimensiones nunca previstas. En los últimos años llegó a la enorme cantidad de 500.000 toneladas cortas (de a 2.000 libras), proporcionando al Gobierno una entrada anual de 12 a 14 millones de pesos. Los contratistas venden el guano por cuenta del Gobierno peruano, cobrando una comisión de 1-1/2 a 4-1/2; además, perciben un 5% de interés por las anti- [96] cipos muy considerables que hacen en efectivo (*). Los contratos suelen celebrarse por períodos de cuatro años.

Una investigación exacta de las islas y el levantamiento de un plano se hicieron sólo en 1853, encargándose de ello el ingeniero francés C. Faraguet. Según estos estudios y cálculos, que son bastante completos y se realizaron en cooperación con varios otro científicos, la reserva de guano existente en la isla del nrote ascendía en septiembre de 1853 a 4.189.477 toneladas peruanas, o sea, 89.789.540 quintales. la isal del medio contenía 2.505.948 toneladas y la del sur, 5.680.675; de modo que el volumen de guano de las tres islas se estimaba para esa fecha en 12.376.000 toneladas, esto es, 247.520.000 quintales, lo cual, al precio de venta medio, representa un valor de 55 (sic) millones de pesos. Desde 1841, cuando tuvieron lugar las primeras exportaciones considerables, se exportaron de las islas de Chincha unos tres millones de toneladas de guano, por un valor de 135 millones de pesos.

En un principio, al hacerse la estimación de la cantidad de excremento de aves que se había acumulado sin interrupción de las tres islas durante milenios (**), se cometió el doble error de considerarla demasiado elevada y de suponer demasiado bajo el tonelaje exportado anualmente. De ahí que algunos escritores peruanos y extranjeros fuesen de opinión que las reservas de guano de las islas de Chincha tardarían muchos siglos en agotarse. Ahora ya se ha visto que, si la demanda continúa auqneu sólo sea al mismo ritmo de la actual, bastará apenas de 25 a 30 años para terminar con tales reservas (71). Comoquiera que sea, existe guano en muchas otras islas y promontorios deshabitados de toda la costa occidental de Sudamérica. Se dice que tan sólo en las islas situadas al sur del Callao hay más de siete millones
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(*) El monto de estas comisiones ha sido diverso, según el país donde se vendía el guano. Por ejemplo, la casa Gibbs y Cía. recibe por las ventas hechas a Gran Bretaña 3,5%; por las hechas en Italia, Bélgica y otros países europeos, 4 1/2%; por las hechas en Australia, Mauricio y otras colonias británicas, a excepción de las asiáticas, 2% más un 4% para los agentes en esas colonias. Ultimamante, una firma de Hamburgo ha ofrecido encargarse de las ventas por una comisión de 2 1/2%, y cobrar un interés de sólo 2%, en vez del acsotumbrado 5%, por los anticipos en efectivo que se hagan al Gobierno.
(**) El espesor de las capas de guano puede explicarse únicamente por el enorme número de aves marinas, su voracidad extraordinaria y la facilidad con que encuentran alimento. El señor von Schudi, durante sus viajes por el Perú, guardó consigo algunos días una Sula variegata, que alimentaba abundantemente con pescado. [El nombre vulgar de Sula variegata en el litorial chileno es "piquero". Su nombre inglés es "Peruvian booby". Claudio Venegas Canelo, Aves de Patagonia y Tierra del Fuego argentino-chilena, Ediciones de la Universidad de Magallanes, Punta Arenas, 1988, pág. 18 N.T.]. Recogió cuidadosamente los excrementos y comprobó que su peso diario era de 3,5 a 5 onzas, por más que , como se sabe, las aves en cautiverio comen mucho menos que en estado de libertad. Según otros naturalistas, un pelícano consume diariamente unas 20 libras de pescado.

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de toneladas de este fertilizante. No obstante, aun cuando esta cantidad realmente exista, no durará más de 10 a 15 años, dado el consumo actual; al paso que la formación de nuevos depósitos se limita cada vez más a islas oceánicas aisladas y de difícil acceso. Y estos yacimientos, apenas se les empieza a explotar, son abandonados rápidamente por las aves, que se retiran cada vez más de las islas situadas próximas a la costa y a las rutas de navegación.

El Gobierno del Perú no parece prever la gran calamidad que aguarda a este país cuando, con el agotamiento del guano, deje de manar la principal fuente de ingresos del Estado. En otro caso, no haría un uso tan poco acertado de las inmensas sumas que el Fisco recibe cada año por este concepto. No se hace prácticamente nada para la cosntrucción de caminos y ferrocarriles que faciliten el intercambio con las fértiles provincias del interior ni para el fomento de la agricultura y el comercio. Así como este abundante ingreso fiscal no proviene de la laboriosidad y actividad industrial de la población, así tampoco presenta ninguna utilidad notable para ésta. El Gobierno del Perú explota los yacimientos de guano como un monopolio, y el dinero que así obtiene lo consume en empresas ambiciosas y en campañas militares contra el Ecuador y Bolivia, que mantienen al país en continua excitación y no hacen más que acrecentar sus cargas. ¡La riqueza del guano se disipa en humo de pólvora! Los dineros del sacristán, cantando se vienen y cantando se van... (72).
[...]

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[...]
XXVII

De las diversas plantas útiles peruanas, de las cuales me procuré en Lima pequeñas cantidades para futuros estudios científicos, quisiera mencionar sobre todo la coca (Erythroxylon coca), cuyas hojas, mezcladas con polvo de cal o ceniza de plantas, constituyen un medio de vida tan importante para los habitantes indios de Bolivia y el Perú. Ya antes de mi partida de Europa, uno de nuestros químicos alemanes más famosos, el Dr. Wöhler (87), de Göttingen, había manifestado el deseo de poder contar con una cantidad importante de hojas de coca, a fin de investigar la composición química de esta notabilísima planta con mayor exactitud que lo hecho anteriormente, por lo cual consideré como una grata obligación dedicar una atención especial a este objeto. Aunque las propiedades maravillosamente estimulantes de la coca vienen despertando el interés de los viajeros europeos desde hace más de medio siglo, sus hojas se han traído a Europa sólo en cantidades muy pequeñas, sobre todo para conservarlas en coleccciones como rarezas. La planta crece con especial abundancia en las laderas orientales de los andes peruanos y bolivianos, a una altura de 8.000 pies sobre el nivel del mar, en una temperatura media de 18 a 20 grados Celsius. A un miembro de la expedición de la Novara estaba reservada la satisfacción de poner por primera vez una cantidad apreciable, alrededor de 60 libras, a disposición de la ciencia alemana. [123] La mitad de esta cantidad la traje yo mismo a Europa, y el resto me fue enviado gracias a la especial amabilidad de dos alemanes establecidos en Lima, los señores E. Eggert y N. Linnich.

Rescpecto a la planta de la coca, su cultivo


Notas:
(1) Reise der oesterreichischen Fregatte NOVARA um die Erde in den Jahren 1857, 1858, 1859, Viena, 1861-1862. Yo he utilizado la edición popular (Volksausgabe) de 1870, que adquirí en Viena en 1976.
No deja de ser curioso que esta obra llamase poco la atención de los bibliófilos chilenos del siglo XIX y principios del XX, que juntaban con apasionado interés toda suerte de libros de viajes, ya fuese por afán de colecccionistas, ya como fuentes para sus obras históricas. Sin embargo, el libro se conoció en Chile, puesto que Vicuña Mackenna, al hablar de los relatos de viajeros que pensaba utilizar para el tercer tomo de su historia de Valparaíso -que nunca escribió- mencionaba en la introducción al primero "los de los alemanes como Haenke, Nordenflycht, Poeppig, Meyen, el barón Bibra y los expedicionarios de la Novara". Del libro salió también a lus en este país un fragmento con el título de relación del viaje de la fragata austríaca Novara en la parte relativa a Chile, traducido por Ramón Rivera Jofré y revisado por el Dr. Justo Florián Lobeck. Después de publicarse en los Anales de la Universidad de Chile, se imprimió también separadamente en un folleto de 43 páginas, Imprenta Nacional, santiago, 1863. La única biblioteca privada en que estaba registrada su existencia era la de Ramón Briseño, según Guillermo Feliú Cruz en sus "Notas para una bibliografía sobre viajeros relativos a Chile", antepuesta a la obra de J.T. Medina titulada Viajes relativos a Chile, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina, Santiago, 1962, tomo I, pág. CLXXXVII. Del libro de Rivera Jofré existe un ejemplar en la Sala Medina de la Biblioteca Nacional. Lo he visto pero no lo he consultado, porque ya tenía terminada mi propia traducción. Extractos del mismo se han incluido en el libro Memorial de Valparaíso, por Alfonso Calderón en colaboración con Marlis Schlotfeld, Ediciones Universitarias de Valaparaíso, valparaíso, 1986, págs. 231-236. El informe sobre el viaje de la Novara se menciona también, tanto en el original alemán como en el extracto de Rivera Jofré, en el "Ensayo de un recuento bibliográfico relativo a la zona sur de Chile, Talca-Magallanes" de Leonardo Mazzei de Grazia (número 2358 y 2359), en Homenaje a Guillermo Feliú Cruz, Biblioteca del Congreso Nacional, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1973; aunque no se ve para qué se le incluye, puesto que los expedicionarios de la Novara, a no ser de oídas, no supieron nada de dicha zona y no podían decir nada por sí mismos. Hasta para hacer ristras de ajos hay que procurar no incluir más que ajos; cuanto más para hacer bibliografías.
[...]
(2) Las divisiones entre alemanes, mantenidas en Europa por pruritos particularistas o intereses dinásticos, y hasta fomentadas por los vecinos para ventaja de éstos, no podían conservarse mucho tiempo fuera de Europa, porque pesaba más el factor fundamental de la comunidad de idioma, idiosincrasia y cultura. En Chile cesaban casi junto con la llegada de los inmigrantes, los que pasaban a ser simplemente "alemanes", dado que para los chilenos las designaciones de origen no significaban nada, y para ellos mismos terminaban por perder realidad. Este hecho lo observó tempranamente el viajero Friedrich Gerstäcker. En su libro 18 Jahre in Süd-Amerika und dessen deutschen Colonien (Leipzig, 1863), decía: "En Valdivia s encuentran alemanes de todas las procedencias... Allí desaparece completamente la diferencia, que en el propio país se presenta como importante y mantiene separadas a las diversas ramas: que si uno es de Prusia o de Baviera, que si es de Hessen o de austria. Allá son todos alemanes". (Reproducido por Georg Schwarzenberg en sus Geschichtliche Monatsblätter, documentos para la historia de la colonización alemana en Chile, en edición propia, año I, N° 6, Valdivia, diciembre de 1916, pág. 25). En Chile hay muchos chilenos que se califican a sí mismos como "chileno-alemanes", tomando como criterio único la lengua que hablaban los padres o los abuelos, pero difícilmente se hallará alguno que diga ser "chileno-bávaro", "chileno-austríaco", "chileno-hamburgués", etc.
[...]
(8) En castellano, en que sólo tenemos una palabra (patria), se ha transferido el concepto de lo peuqeño a lo grande. "Yo, señor -respondió el caballero-, voy a Granada, que es mi patria" (Quijote, II, 72). En otro pasaje, Cervantes parece darle mayor extensión cuando, entre las causas por las cuales se pueden tomar las armas, señala "en defensa de su patria" (Quijote, II, 27), si bien asimilándolo expresamente a la defensa de la propia vida. Cuando nosotros queremos expresar lo que los alemanes llaman Heiman, decimos comúnmente tierra natal, patria chica, terruño, etc.
[...]
(10) El escritor y naturalista Adalberto von Chamisso (1781-1838), prusiano, participó durante los años 1815 a 1818 en el viaje de exploración del bergantín ruso Rurik, mandado también por un baltoalemán, el capitán Otto von Kotzebue (pues los rusos auténticos no se sentían aún muy a gusto sobre las olas). Fué así como Chamisso estuvo en 1816
(12) Tan rápido caminaba el adelanto científico en el siglo XIX, que podía bastar un quinquenio para introducir modificaciones radicales. La expedición de la Novara, que aprtió de austria en 1857, traía a bordo al pintor Selleny. Pues bien, la expedición científica española de 1862 contaba ya con fotógrafo. se llamaba éste Rafael de Castro y Ordóñez. El Archivo del Museo de Historia Natural, en Madrid, posee una colección de 140 revelados de entre 300 negativos que tomó castro en diversos países de América. En el libro de Robert Ryal Miller, For Science and Glory. The Spanish Scientific Expedition to America, 1862-1866, University of Oklahoma Press, 1968, se reproducen como ilustraciones 44 de tales fotografías, entre ellas algunas sobre aspectos chilenos.
[...]
(64) Es interesante que el Dr. Scherzer captase, en tan breve tiempo, la significación del comercio de Arica con el Altiplano, aun cuando, según es de presumir, no conociera las pretensiones bolivianas de anexarse ese puerto, que empezaron desde que se creó Bolivia, "con el fin de debilitar al Perú", por obra de "Bolívar, hombre funesto para nuestra patria", como dice un historiador peruano (José de la Riva-Agüero, Estudios de historia peruana, en Obras completas, Lima, 1971, tomo VII, pág. 198). Todavía en 1919, el representante boliviano reiteró tales pretensiones en sendas notas dirigidas al Gobierno francés y a la Sociedad de las Naciones, en las cuales decía: "La discusión entre Bolivia y el Perú sobre Tacna y Arica es tan antigua como la independencia de ambas repúblicas". Lo único que consiguió fue provocar una airada respuesta de parte del Perú. Con alguna extensión me he referido a esta materia en mi estudio "Arica en su encrucijada", en El Norte Grande, III Jornadas Territoriales organizadas por el Instituto de Investigaciones del Patrimonio Territorial de Chile, 1987, Colección Terra Nostra N° 14, santiago, 1989, págs. 237-248.


OTRAS OBRAS DEL AUTOR:
Chacabuco y Vergara: Sino y camino del Teniente General Rafael Maroto Ysern, Editorial Andrés Bello, 1981.
Aproximación al seudónimo literario chileno, Editorial Universitaria, 1985.
Quintanilla y Chiloé: La epopeya de la constancia, Editorial Andrés Bello, 1985.
Los de Nordenflycht: Ensayo de genealogía descriptiva, Editorial Andrés Bello, 1986.
Varias historias de mar, Editorial Andrés Bello, 1988.
El nombre de Chile, y otros ensayos, Editorial Andrés Bello, 1988.

Enlaces:
Novara expedition (sitio oficial)
http://www.novara-expedition.org/en/e_geschichte.html 15:42 (30.06.2013)



David Weiss, Gerd Schilddorfer: Die Novara. Österreichs Traum von der Weltmacht. Amalthea Signum Verlag Wien 2010. 318 S. € 24,95

Mehr als eineinhalb Jahrhunderte galt die Weltumseglung mit der Fregatte „Novara“ (1857-1859) als wissenschaftliche Großtat der Donaumonarchie. Die kaiserlichen ethnographischen und naturhistorischen Museen verdanken dem Forschungsprojekt wichtige Exponate. Das Naturhistorische Museum legitimiert seine Existenz u.a. durch die Teilnahme seiner Gründer an dieser Expedition. Das Museum für Völkerkunde bewahrt die weltweit bedeutendste Kulturgüter-Kollektion der Nikobaren. Karl Scherzers dreibändige Reisebeschreibung (1861) stand an zweiter Stelle der meistverkauften deutschsprachigen Bücher.
Nun haben sich zwei Journalisten vorgenommen, den Ursprungsmythos österreichischer Forschung zu zerstören. Ihre Recherchen dauerten etwa gleich lang wie die Expedition. Die Darstellung von David G. L. Weiss und Gerd Schilddorfer konzentriert sich auf die federführende Beteiligung der k. k. Kriegsmarine und die politischen Hintergründe der Weltumseglung. Die Autoren verstehen ihr Buch als "Diskussionsanregung und Einladung zur privaten und wissenschaftlichen Hinterfragung", es hat in kurzer Zeit seine 2. Auflage erreicht. Sie bezweifeln, dass die wissenschaftlichen Erkenntnisse das oberste Ziel der Expedition waren. Vielmehr hätte Österreich als damals zweitgrößter Staat Europas wenige Jahre nach der Eröffnung des Suezkanals versucht, in Ostasien eine Kolonialmacht zu werden. Weiss und Schilddorfer interessierten sich für die Ungereimtheiten, die bei genauerem Vergleich von Archivalien und dem Bestseller der offiziellen Reisebeschreibung zutage kommen.
„Ein österreichisches Kriegsschiff segelt rund um die Welt, bis an die Zähne bewaffnet, mit einigen Wissenschaftlern, einer Einheit Marineinfanteristen an Bord und mit einer so großen Anzahl an an Matrosen vollgestopft… In einer Zeit, in der bereits die Dampfer drauf und dran sind, die Weltmeere zu übernehmen…“ Der Verdacht drängt sich auf, dass die Weltreise mit einem Kohledampfer zu teuer gekommen wäre, und es dauerte nicht lange bis zum unrühmlichen Ende des legendären Schiffes. Das einst seetüchtigste Segelschiff der österreichischen Marine wurde 1861 bis zur Unkenntlichkeit zur Propellerfregatte umgebaut und sogar die Galionsfigur ausgetauscht. Nur der Name blieb bis zur Außer-Dienst-Stellung und Abwrackung 1898.
Aus der Distanz von eineinhalb Jahrhunderten erscheint vieles, was im Umfeld der Weltumseglung geschah, nicht nur politisch unkorrekt, sondern unmoralisch und bedenklich. Etwa die anthropometrischen Messungen der "halbwilden Insulaner" und diesbezügliches Anschauungsmaterial. So wurde "ein komplettes Buschmann-Skelet, das einzige Exemplar in ganz Europa" nach Wien geschickt. Die Daten sollten der Unterscheidung und Klassifikation der "Menschenrassen" dienen, um eine Entwicklungsreihe abzuleiten - von der untersten Stufe jener "Menschart", deren Körperform die größte Ähnlichkeit mit Menschenaffen aufwies, bis zur höchsten der Europäer.
Aufschlussreich ist der Blick hinter die Kulissen des Prestigeprojekts, das nicht die "erste österreichische Weltumseglung" war. Diese hatte der Seefahrer Giovanni Visin mit nur elf Mann Besatzung bereits 1851 begonnen, doch reiste er mehr als acht Jahre lang und kehrte vier Tage nach der "Novara" heim. Geplant war eine solche Expedition - nach dem Vorbild von James Cook - schon zur Zeit Kaiser Joseph II., doch kam man nicht über das Planungsstadium hinaus. Die Expedition mit der "Novara" ging in mehrfacher Hinsicht bis an die Grenzen der Belastbarkeit, bei der Beladung des 50 m langen Holzschiffes ebenso wie bei seiner Besatzung von 352 Mann. Wegen des Platzmangels durften die Matrosen nur im 4-Stunden-Turnus in Hängematten schlafen. Organisation und Streitigkeiten waren nur mit militärischer Disziplin in den Griff zu bekommen. Unter den Forschern sorgte eine Zweiklassengesellschaft für Konflikte. Während unter den Akademikern von einer "Expedition im Glashaus" gesprochen wurde und sie die Einladungen der österreichischen Konsulate genossen, ging es dem wissenschaftlichen Hilfspersonal schlecht. Ein bezeichnendes Licht darauf werfen die erst vor kurzem entdeckten Briefe des späteren Hofgärtners Anton Franz Jelinek. Er musste eine Kajüte mit einem Forscher und einem Tierpräparator teilen. Für seine Fundstücke billigte man ihm knapp 2 m³ zu, wo aber ein Mitreisender Spirituosen einlagerte. Während der offizielle Botanik-Beauftragte, der Mediziner Eduard Schwarz, Liebkind der Schiffsleitung war, sah sich Jelinek massivem Mobbing ausgesetzt. Sozial isoliert wurde er "von müssigen Cadetten und Offiziren gestört, gehindert und confus gemacht." Man erlaubte ihm nicht einmal mehr, wichtige Gärten zu sehen. Die Missachtung ging so weit, dass man ihn und seine Erkenntnisse nicht einmal mehr erwähnte. Dieses Schicksal teilte er mit anderen Nicht-Akademikern. In der 1000-seitigen propagandanahen Reisebeschreibung ist nur vom "Gärtner", "Zoologen" und "Maler" die Rede. Letzterer, Franz Selleny hatte aber 2000 Bilder angefertigt. Gänzlich vergessen war bis zu den Recherchen von Gerd Schilddorfer auch der Urheber der verschollenen Fotografien, Wenzel Lehmann.
Das Buch enthüllt viele Details, die man in der Schule nicht lernt, wie zwischenmenschliche Konflikte oder den Alltag an Bord, wobei die Herren allerdings auch Feste zu feiern verstanden. Nicht alle der 352 Weltreisenden sind heimgekehrt - "Die Wissenschaftler verließen die Novara wie Ratten das sinkende Schiff" -, viele Männer desertierten, etliche wurden Opfer von Unfällen oder Krankheiten. Davon war freilich keine Rede, als die Novara am 26. August 1859 nach 551 Tagen an denen sie 51.686 Seemeilen zurückgelegt hatte, in Triest heimkehrte. Man bereitete ihr einen triumphalen Empfang. Ein Marsch wurde komponiert, die meisten Teilnehmer ausgezeichnet und danach im Augarten ein eigenes Novara-Museum eröffnet. (Heute sieht man Exponate wie die Aquarellstudien von Josef Selleny und ein Schiffsmodell im Marinesaal des Heeresgeschichtlichen Museums.) Das Karltheater führte das Volksstück "Um die Welt auf", das indirekt auf die Unternehmung Bezug nimmt und die Bereisten als menschenfressende Wilde charakterisiert. Die wissenschaftlichen Resultate der Reise erschienen 1861-1876 im 21-bändigen Werk "Reise der österreichischen Fregatte Novara um die Erde" der Akademie der Wissenschaften. Die ersten drei Bände von Karl Scherzers wurden zum Bestseller der Reiseliteratur. Dass das Thema Novara noch immer aktuell ist, zeigt das Interesse an der Kritik. Die erste Auflage des Buches war in kürzester Zeit vergriffen.

sábado, 6 de julio de 2013

¿Cómo falsifican documentos los historiadores en Chile? Llamándole simplemente "correcciones" a las alteraciones/falsificaciones de documentos de la historia propia. En este caso, el mapa de Atacama de 1854 mandado elaborar por el gobierno de Diego Portales.



Claudio Gay (Draguignan, 18 de marzo de 1800 - Le Deffrens, 29 de noviembre de 1873) fue un polímata, naturalista e historiador francés que realizó los primeros estudios amplios de la flora, fauna, geología y geografía chilenas.

Primeros años
Nacido como Claude Gay Mouret en Provenza (Francia), fue hijo de padres agricultores, Jean Gay y Thérèse Mouret, quienes a los 18 años lo enviaron a París para que cursara estudios superiores en medicina y en farmacia. En esa ciudad, Gay abandonó esos estudios y se decidió por la botánica, área en la cual se destacó posteriormente. Fue colector del Museo de Historia Natural de París donde tuvo la oportunidad de viajar y recorrer los Alpes franceses, el norte de Italia, Grecia, algunas islas del mar Mediterráneo y parte de Asia Menor.

Viaje a Chile

En 1828, el médico y aventurero Pedro Chapuis le ofreció viajar a Chile para dar clases. Atraído por la posibilidad de conocer la flora y fauna de un país casi desconocido, se embarcó en Brest en mayo de 1828 para llegar a Valparaíso el 8 de diciembre del mismo año.
Luego de algunas dificultades iniciales debido a cierta inestabilidad política de la época, comenzó a dar clases de física y de historia natural en el Colegio Santiago. Conoció a José Vicente Bustillos, el boticario más célebre de Santiago, quien le presentó a Diego Portales.

Contratado por el gobierno de Chile

En 1830, fue contratado por el presidente de Chile, José Tomás Ovalle, y su ministro universal, Diego Portales, para que comenzara investigaciones científicas diversas sobre Chile. Por ellas, recibió la Legión de Honor por parte del gobierno francés.
En 1838 también exploró y coleccionó flora de Perú.

Recorrido de Chile

Su trabajo como científico empleado del gobierno de Chile, lo llevó a viajar a lo largo y ancho de ese país, partiendo por la Laguna de Tagua Tagua. Recorrió extensamente Colchagua y después la región de Atacama. Después recorrería extensamente Chile, pasando por lugares como el archipiélago de Juan Fernández (1832), la isla de Chiloé (1835), y la zona central (1837[1] ).
Su extensa colección de animales y plantas hizo necesario que el gobierno le facilitara un edificio para exponerlas, guardarlas y clasificarlas. Esta colección dio origen al Museo Nacional de Historia Natural de Chile a fines de 1839.[1] Ese mismo año, ante una propuesta del ministro de Instrucción, Mariano Egaña, aceptó escribir una Historia política de Chile.[1] En busca de archivos y entrevistas para aquella indagación, recorrió parte de Perú. En 1841, concluyó sus investigaciones en Chile, obteniendo como premio a la calidad de su trabajo la nacionalidad chilena por gracia de parte del gobierno de José Joaquín Prieto, además de un premio en efectivo. Dos años más tarde, fue nombrado miembro de la Universidad de Chile.

Estadía en París

En 1842, se radicó en París a escribir su obra. Como resultado, publicó 30 libros que describían la identidad de la naturaleza chilena. Esto lo convertiría en científico y naturalista de clase mundial.

Vuelta a Chile
En 1863, Gay volvió a Chile,[2] donde fue recibido como toda una celebridad y homenajeado en el Congreso de Santiago.

Muerte

Murió en La Deffrens (Francia) el 29 de noviembre de 1873. Sus restos descansan en su ciudad natal.

Obras

  • Consideraciones sobre las minas de mercurio de Andacollo e Illapel con su posición geológica. Valparaíso (1837), París (1851)
  • Noticias sobre las islas de Juan Fernández. Valparaíso, (1840)
  • Historia física y política de Chile. París (1844 a 1848)
  • Origine de la Pomme de terre. París (1851)
  • Atlas de la historia física y política de Chile. París (1854) ISBN 956-282-628-7, se han publicado correcciones a algunas figuras del atlas[3] [4]
  • Triple variation de l'aiguille aimantée dans les parties Ouest de l’Amérique. París (1854)
  • Carte générale du Chili. París (1855)
  • Considérations sur les Mines du Pérou, comparées aux mines du Chili. París (1855)
  • Historia de la independencia Chilena. (1856)
  • Notes sur le Brasil, Buenos Ayres, et Rio de Janeiro. París (1856)
  • Rapport à l'Académie des sciences sur les mines des États-Unis. París (1861)

En línea

Fuente Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio_Gay 17:11 Bogotá 06.07.2013

viernes, 5 de julio de 2013

Exploradores alemanes (I)

Estuardo Núñez y la cultura alemana en el Perú 1
Teodoro Hampe Martínez


La primera vinculación del maestro Estuardo Núñez con la cultura de habla alemana, y seguramente la de más profundas repercusiones, se dio a través de sus estudios de primaria y secundaria en la vieja Deutsche Schule o Colegio Alemán de Lima. Tenía ocho años el muchacho nacido en el hogar de don Maximiliano Núñez Delgado y doña Rosa Hague González, cuando en 1917 empezó su formación en dicho plantel. Ese año, precisamente, estrenaba el Colegio un nuevo local: una espaciosa casona virreinal, de una sola planta, con espejos dorados y tres patios ornamentales, que todavía subsiste en la calle Botica de San Pedro (cuarta cuadra del jirón Miró Quesada).
2

Tengo en mi poder unos apuntes inéditos de Estuardo Núñez, en los cuales hace recuerdos de los diez años que duró su vida escolar. Las clases se dictaban en horario partido, de 8 a 12 de la mañana y de 3 a 6 de la tarde. Por convicción pedagógica, se tendía a minimizar el uso de premios, diplomas o medallas; se trataba más bien de estimular el deber por el
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1 Comunicación sustentada el 29 de noviembre de 2006, en el Centro Cultural de la Universidad Ricardo Palma, Lima, en el acto de homenaje al Profesor Estuardo Núñez por sus 98 años de edad.
2 "Se hallaba este establecimiento, de buena reputación pedagógica pero sin mayor categoría social, instalado en un viejo e inmenso caserón en la calle de la Botica de San Pedro, que perteneció a la familia Cisneros", escribe Wagner de Reyna, Alberto. Bajo el jazmín: memorias. Lima: Ministerio de Relaciones Exteriores & Pontificia Universidad Católica del Perú, 1997, p. 18.



deber, con un régimen de disciplina estricto, buscando encauzar con certeza las inclinaciones de los alumnos.

El primer director del Colegio Alemán fue el Dr. Erich Zurkalowski, profesor de historia universal, de confesión luterana, "hombre bondadoso, de magro aspecto, de noble formación académica" (según lo recuerda nuestro personaje). Quedó establecido desde un principio que el currículo debía mantener un carácter germánico, pero dejando espacio para el idioma castellano y la historia y geografía del Perú, adaptándose en la medida de lo posible al régimen escolar de este país. En vez del latín o griego, se puso el acento en la enseñanza del inglés, lengua que sería obligatoria a partir del cuarto de primaria.

El historiador Jorge Basadre, quien también pasó por aquellas aulas, remarca que la Deutsche Schule orientó su enseñanza de acuerdo con los programas oficiales de la Dirección General de Instrucción, "aunque todas las asignaturas no relacionadas con la geografía o la historia del Perú, la religión católica o los idiomas castellano e inglés se enseñaban en alemán, a cargo de profesores especialmente contratados desde Europa".
3 Este sistema no alejó sin embargo a los educandos de la realidad peruana circundante; más bien, les brindó el privilegio de tener un acercamiento directo a las esencias de la civilización germánica.

Desde un comienzo se hizo evidente que la colonia alemana en Lima no era suficientemente grande como para restringir sólo a ella el ingreso al Colegio. Para el año 1920, los niños provenientes de hogares peruanos formaban el 73,7 por ciento del alumnado. Sin distingo de origen, todos tenían la oportunidad de captar las esencias más profundas de la cultura alemana, a través de melodías y poemas de autores clásicos, como Beethoven, Schubert, Brahms, Goethe, Schiller, Heine. Durante el "oncenio" de Augusto B. Leguía, el Colegio debió afrontar una difícil situación, a causa de nuevas disposiciones de la Dirección General de Instrucción sobre los planes de estudios, que pretendieron prohibir la enseñanza del alemán como idioma extranjero (o más bien básico) en este plantel.
4

Estuardo Núñez experimentó su etapa escolar como parte de una brillante generación de las letras y la diplomacia peruanas. Más o menos por los mismos años que él, fueron alumnos del Colegio Alemán: Rafael de la Fuente Benavides (Martín Adán), Emilio Adolfo Westphalen, Carlos Cueto Fernandini, Guillermo Lohmann Villena, Alberto Wagner de Reyna y Andrés Aramburú Menchaca, entre otros. Sin haber perdido realmente la vinculación con su alma máter, Núñez regresó años después al Colegio para trabajar como profesor de literatura, habiendo enseñado hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial en la nueva sede de la calle Bolívar, en Miraflores.
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3 Basadre, Jorge. La vida y la historia: ensayos sobre personas, lugares y problemas. Lima: Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú, 1975, cap. II. [Citamos aquí por la versión antológica de Héctor López Martínez, La vida y la historia, Lima: Orbis Ventures, 2005, p. 57].
4 Cf. Hampe Martínez, Teodoro. "Zur Entwicklung der Deutschen Schule in Lima (von 1872 bis zur Gegenwart)". En Deutsch-Peruanisches Kaleidoskop. Ein Lesebuch mit Berichten, Geschichten, Sachtexten, Erzählungen, Gedichten und Anekdoten, eds. Anette Krächan-Jochum y Diana Millies. Lima: Punto Impreso, 2003, p. 268.



Entre sus compañeros de tareas docentes se hallaron personajes eminentes como August Weberbauer, profesor de biología y geografía; Raúl Porras Barrenechea y Jorge Guillermo Leguía, profesores de historia; Luis Alberto Sánchez, profesor de literatura; y el alemán Karl Weiss (luego director del colegio nacional San José de Chiclayo), que enseñaba música.

En 1935, una vez concluido el receso que el gobierno de Sánchez Cerro había dictado contra la Universidad Mayor de San Marcos, nuestro personaje regresó a las aulas universitarias para completar su formación en la Facultad de Derecho. Un año después, para graduarse de bachiller, presentó una tesis titulada precisamente: Las ideas jurídicas alemanas y el Derecho peruano. Esta tesis fue revisada y circuló casi enseguida como folleto (La influencia alemana en el Derecho peruano). Hoy se encuentra felizmente a disposición de los investigadores gracias a la reimpresión que ha auspiciado la Corte Superior de Justicia de Ica, en su colección "Clásicos del Derecho", el año 2004.
5

Del bachillerato en Derecho pasó don Estuardo al título de abogado y al ejercicio libre de la profesión legal, en que se ocupó por varios años. Al hacer memoria de esta temprana vinculación suya con el mundo de la jurisprudencia, me viene desde luego el recuerdo del ilustre Johann Wolfgang Goethe, quien presionado por las indicaciones de su padre realizó estudios de leyes en las universidades de Leipzig y Estrasburgo, hasta graduarse de abogado en esta última, en 1771.

El trabajo que asumió Goethe como letrado en el Tribunal de apelaciones de Wetzlar le sirvió empero, mayormente, para recoger materiales e ideas que plasmó luego en su inmortal Werther, espejo de las desventuras sociales de aquel tiempo. Por lo tanto, señala Núñez en un artículo de 1950:

"Ni el abogado practica el Derecho ni el auxiliar del Tribunal acude a los expedientes. La gloria le había
dado cita distinta. Su prestigio literario era ya definitivo y no había posibilidad alguna de vacilar. Su vocación era clara y definitiva. El Derecho quedó abandonado por el resto de su vida...".
6

Eso mismo se podría decir quizá respecto a nuestro personaje, sobre todo después que la renovación política encabezada por el Frente Democrático Nacional le permitiera iniciarse como profesor en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Desde 1946 tomó a su cargo las cátedras de Introducción a la Literatura, Teoría Literatura y Literatura Comparada, y se lanzó a una extraordinaria, acuciosa y constante labor de investigación en viejos papeles e impresos, buscando aclarar los vínculos culturales entre el Perú y los principales focos de la civilización occidental. Lo mismo que estamos refiriendo aquí sobre la tarea de Estuardo Núñez como germanista, se puede (y se debe) repetir con referencia a sus aproximaciones a la cultura inglesa y norteamericana, la cultura italiana, la
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5 Núñez, Estuardo. La influencia alemana en el Derecho peruano. Lima: Lib. e Imp. Gil, 1937. 46 p. La influencia alemana en el Derecho peruano. 2a ed. Ica: Corte Superior de Justicia de Ica, 2004. 57 p. (= Clásicos del Derecho, 13).
6 Núñez, Estuardo. "Goethe y la vocación por el Derecho", en Revista Jurídica del Perú (Lima), nº 1, 1950, p. 39-46. [Reproducido en Alma Mater: revista de investigación (Lima), nº 16, 1999].



cultura francesa, la cultura brasileña, y desde luego la cultura hispánica.
En 1953 dio comienzo a sus contribuciones mayores sobre la influencia de la cultura alemana en el país al publicar el volumen Autores germanos en el Perú, que es una antología o florilegio de la poesía alemana recogida en versiones peruanas. Este volumen fue publicado por el Ministerio de Educación Pública, por tratarse de uno de los trabajos ganadores en el Concurso de fomento de la cultura del mencionado año. Tuvo su complemento en un pequeño libro de adiciones, Nuevos estudios germanos, publicado en 1957.
7
Así como la citada aportación se refiere a la recepción de la lírica alemana en la "república literaria" del Perú, Estuardo Núñez se ocupará en los años sucesivos del fenómeno cultural recíproco que arranca de los viajes, exploraciones y observaciones de una serie de viajeros alemanes, llegados a los Andes desde el siglo XVIII. Es un hecho evidente que el mayor interés se concentra en la enorme figura de Alexander von Humboldt (1769-1859), cuyos dispersos estudios sobre el Perú fueron recogidos por Núñez y el geólogo Georg Petersen en 1971.
8 De acuerdo con los ideales de la Ilustración, y a raíz de su viaje por la América meridional y equinoccial, Humboldt entregó a la humanidad un inmenso caudal de investigaciones y estudios naturalistas y socioeconómicos: Bolívar lo calificó, bien sabemos, como "el descubridor científico del Nuevo Mundo".

Su brillante personalidad se volcó al examen de todos los aspectos de la vida animada e inanimada del nuevo continente. Pero es justo reconocer que Humboldt encontró un campo de investigación que en muchos aspectos había sido ya abonado por científicos alemanes que lo habían antecedido en el siglo XVIII. Dos sacerdotes jesuitas como Samuel Fritz y Francisco Javier Veigl habían revelado el mundo amazónico en sus aspectos geográfico y etnológico, mientras que el mineralogista Zacarías Helms y el botánico Tadeo Haenke habían estudiado el mundo andino en sus respectivas especialidades.

De Humboldt, señala el maestro Núñez, parten las orientaciones para continuar los empeños de la investigación en el Nuevo Mundo en dos direcciones: hacia el ámbito de las ciencias de la naturaleza y hacia el conjunto de las ciencias del hombre y de la cultura. Todavía en el año 2002, al celebrarse el bicentenario de la visita científica de Humboldt a tierras peruanas, continuará investigando y publicando sobre su legado el catedrático sanmarquino. Ese año dio a luz una nueva versión de su recopilación de los escritos humboldtianos, aumentada con la traducción al español de sus apuntes de viajes y otras notas diversas.
9

La obra lingüística y etnológica del
viajero suizo-alemán Johann Jacob von
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7 Núñez, Estuardo. Autores germanos en el Perú:
florilegio de la poesía alemana en versiones peruanas. Lima: Ministerio de Educación Pública, Dirección de Educación Artística y Extensión Cultural, 1953. 192 p. Nuevos estudios germanos. Lima: Editorial San Marcos, 1957. 95 p.
8 Núñez, Estuardo, y Georg Petersen. El Perú en la obra de Alejandro de Humboldt. Lima: Lib. Studium, 1971. 261 p.
9 Núñez, Estuardo, y Georg Petersen. Alexander von Humboldt en el Perú: diario de viaje y otros escritos. Lima: Banco Central de Reserva del Perú & Goethe Institut, 2002. 315 p. [Véase mi reseña publicada en Bicentenario (Santiago de Chile), vol. 3:1, 2004, p.
216-218].



Tschudi (1818-1889) ha ocupado también la atención de nuestro autor. Tschudi, que se benefició con las enseñanzas y consejos personales de Humboldt, representa al sabio peruanista que tiene como objeto de interés única y exclusivamente a los Andes. Llegó al Perú muy joven, para iniciar una investigación a fondo en las ciencias naturales, sobre todo en el campo de la zoología. Publicó una serie de estudios sobre la fauna peruana y unos Reiseskizzen o "bosquejos de viajes" (1846), con impresiones de todo orden, producto de sus largos recorridos por la zona central del país, llegando hasta Jauja, Cerro de Pasco, Huánuco y el valle de Chanchamayo. Estos bosquejos registran sus observaciones sobre geología, botánica y zoología, así como costumbres, usos y folclor de las distintas comarcas que recorrió.
10

Apunta Estuardo Núñez que virtualmente nada escapa al interés humanista y universal de Tschudi. En este médico se va operando un verdadero trueque de los intereses de estudio. Y el fenómeno humano empieza a ocupar un lugar preferente dentro de su inquietud.
11

Así es que Tschudi se hace representativo de una tendencia general observable en los científicos y viajeros alemanes de la segunda mitad del siglo XIX. Aquellos hombres de ciencia, formados en los grandes centros de especialización europeos, vinieron a América premunidos de las técnicas más desarrolladas en su época para el estudio de la naturaleza. Pero el contacto con la compleja realidad de las comunidades andinas hizo que pasaran al estudio del hombre y de sus creaciones. Tschudi se trueca en lingüista y etnólogo; Wilhelm Reiss y Alfons Stübel, que llegaron como geólogos, resultan a la postre arqueólogos; Ernst Wilhelm Middendorf, médico, se vuelve sociólogo y lingüista. "Podría decirse que América los humanizó y ejerció un tal poder de sugestión que el estudioso de la naturaleza deviene necesariamente estudioso del hombre", según anota lúcidamente el maestro.
12

El espacio se hace corto para tratar en esta comunicación, con pleno detalle, las diversas contribuciones relativas a viajeros y científicos de impronta germánica que han dejado huella en el Perú. A estos personajes –como el literato August von Kotzebue, el arqueólogo Hans Heinrich Brüning o el viajero Arthur Werthemann– se ha referido Núñez en multiplicidad de ponencias científicas, colaboraciones en revistas y artículos de periódicos.
13

Mencionaremos la figura de Eduard Friedrich Poeppig (1798-1868), doctor
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10 Tschudi, Johann Jakob von. Peru. Reiseskizzen aus den Jahren 1838-1842. St. Gallen: Scheitlin & Zollikofer, 1846. 2 vols. Debemos remitir a la reciente versión crítica de esta obra al castellano: El Perú. Esbozos de viajes realizados entre 1838 y 1842 / edición y traducción de Peter Kaulicke. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2003. 452 p.
11 Cf. Núñez, Estuardo. "La obra lingüística y americanista de Tschudi", en Sphinx. Anuario del Departamento de Filología (Lima), vol. 15, 1962, p. 56-67.
12 Núñez, Estuardo. "La ciencia alemana y los fundamentos de la investigación peruanista", en Conocimiento. Avances en ciencias, arte y humanidades (Lima), nº 2, 2003, p. 18-23 (cita de la p. 21).
13 Citaremos por ejemplo los siguientes artículos: Núñez, Estuardo. "Eduardo Poeppig y sus investigaciones en América del Sur", en Humboldt (Hamburgo), nº 11, 1962, p. 47-50. "El segundo centenario del nacimiento de Augusto von Kotzebue: las "acllas" en la literatura universal", en Humboldt (Hamburgo), nº 13, 1963, p. 78-79. "Westhermann: un viajero amazónico", en El Comercio (Lima), 18 de noviembre de 1979, p. 2. "Heinrich Brüning", en El Comercio (Lima), 23 de diciembre de 1979, p. 2.



en medicina y ciencias naturales por la Universidad de Leipzig, que apareció por las costas de Chile y el Perú no bien había terminado el proceso de la Independencia. Llegado al Perú en mayo de 1829, Poeppig organizó una expedición destinada a realizar estudios naturalistas en zonas casi desconocidas para la ciencia. Entrando por la ruta de Canta y Pasco, se detuvo nueve meses en el valle del Huallaga y registró plantas, animales, clima, usos y costumbres de los habitantes. El caudal de todas sus observaciones está en una obra de dos volúmenes, acompañada de un atlas de incalculable valor cartográfico.
14

Mientras Poeppig navegaba por los ríos amazónicos llegó al Callao, como integrante de una expedición científica que daba la vuelta al mundo, el Dr. Franz Julius Ferdinand Meyen (1804-1840). El aporte de este viajero es interesante por sus observaciones naturalistas efectuadas en la región del Titicaca, de la cual llegó a trazar una carta importante.
15 Por su parte, el barón Ernst von Bibra (1806- 1878) dejó una obra estimable como investigador en Brasil, Chile y Perú, adonde viajó en procura de materiales naturalistas y etnográficos. Publicó el libro Reise in Südamerika, en dos volúmenes, y se dedicó luego a captar temas pintorescos para reconstrucciones literarias.16

En el rescate de esos semiolvidados personajes hay que citar el esfuerzo del Profesor Núñez en 1969, al publicar el volumen Viajeros alemanes al Perú, gracias al auspicio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí se incluían cuatro relaciones desconocidas de Wolfgang Bayer, Friedrich Gerstaecker, Karl Scherzer y Hugo Zoller. Las traducciones directas del alemán fueron realizadas por Ernesto More.
17 Lo interesante es que la contribución de Gerstaecker, Viaje por el Perú (impresa de manera completa e independiente en 1973), contiene una serie de cuentos y novelas cortas, narraciones que garantizaron su éxito popular, en tanto que respondían a la inquietud de los lectores europeos por lo exótico y casi salvaje.18
Llegamos por fin a la obligada mención del más laborioso y consagrado peruanista alemán del siglo XIX, el médico Ernst Wilhelm Middendorf (1830- 1908). El maestro Núñez ha advertido que, durante cerca de cuarenta años, bregó porque sus obras fuesen traducidas al castellano y divulgadas entre el público lector del país al cual consagró los mejores años de su vida. Ya en 1939, ante el XXVII Congreso Internacional de Americanistas reunido en Lima, presentó
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14 Poeppig, Eduard. Reise in Chile, Peru und auf dem Amazonenstrome während der Jahre 1827-1832. Leipzig: F. Fleischer, 1835-36. 2 vols. Debemos remitir a la reciente versión crítica de esta obra al castellano: Viaje al Peru y al río Amazonas, 1827-
1832
/ traducción de Federico Schwab ; introducción de Antonio Brack Egg. Iquitos: Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía, 2003. 432 p. (= Monumenta Amazónica. D, 6).
15 Meyen, F. J. F. Reise um die Erde, ausgefuhrt auf dem Königlich Preussischen Seehandlungsschiffe Prinzess Louise, commandirt von Captain W. Wendt, in den Jahren 1830, 1831 und 1832. Historischer Bericht. Berlin: Sander’sche Buchhandlung, 1834-
35. 2 vols.
16 Bibra, Ernst von (Freiherr). Reise in Südamerika. Mannheim: Bassermann & Mathy, 1854. 2 vols.
17 Núñez, Estuardo, comp. Viajeros alemanes al Perú; cuatro relaciones desconocidas de [...]. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1969. 137 p. (= Comentarios del Perú, 10).
18 Gerstaecker, Friedrich. Viaje por el Perú / traducción directa del alemán por Ernesto More. Estudio preliminar de Estuardo Núñez. Lima: Biblioteca Nacional, 1973. 193 p.



una comunicación en la que mostraba un esquema de su obra lingüística y de tratadista, lo cual provocó una moción de dicho Congreso recomendando la traducción de sus libros, casi desconocidos hasta entonces. Después, en 1959, reunió Núñez en un volumen editado por la Facultad de Letras sanmarquina (Las lenguas aborígenes del Perú) las versiones al castellano de los estudios de Middendorf sobre las lenguas quechua, aimara y mochica.
19

Más aun, don Estuardo participó desde 1960, como director del Instituto de Literatura de San Marcos primero y como director de la Biblioteca Nacional del Perú después, en las gestiones para la traducción y edición de la obra magna de Middendorf: Peru. Beobachtungen und Studien über das Land und seine Bewohner (3 vols., 1893-95). Este es un gran "fresco" que se propone abarcar en una sola visión la geografía, la arqueología y la historia, los usos y costumbres, las posibilidades económicas y sociales de este país. Finalmente se llegó a la salida del texto, en versión castellana de Ernesto More, renovada en sus ilustraciones y con el sello de la Dirección Universitaria de Biblioteca y Publicaciones de San Marcos (1973-74).
20

"Con satisfacción podemos decir que en el caso de Middendorf –apunta el maestro– se ha cumplido nuestro objeto primitivo: dar a conocer su obra ejemplar de estudioso que dedicó su vida entera al conocimiento del Perú, viajando por él en todas direcciones y practicando todo tipo de observaciones, y poniendo en evidencia sus raíces culturales. Deseamos que este esfuerzo editorial efectuado en relación con Middendorf, sea el ejemplo y el anuncio de otros programas que logren poner al alcance de todos los peruanos las realizaciones de la ciencia alemana respecto al Perú".
21

Tal es, en apretada síntesis y con solo algunos ejemplos paradigmáticos, la enorme tarea de investigación que ha realizado y puesto ante nosotros el Profesor Estuardo Núñez, en más de sesenta años de trabajo. Por cierto que esta gran producción, dispersa en libros, antologías, ediciones, prólogos, folletos y artículos, no es más que una parte reducida de su extensa contribución, con la que ha ayudado a promocionar las relaciones culturales y científicas del Perú con el exterior. Si volvemos a recordar su temprana afiliación con la Deutsche Schule de Lima, podríamos decir que gran parte de este notable esfuerzo ha sido posible gracias al tesón investigador, la constancia y la disciplina que adquirió desde sus primeros contactos con la cultura alemana.

Por esta rica y abundante contribución, que compromete nuestra gratitud como investigadores y como amantes de las bellas letras, Estuardo Núñez tiene bien ganado un sitial entre los estudiosos del peruanismo y los forjadores de la peruanidad.
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19 Estas traducciones –a cargo de Emilio de Althaus, Franz Tamayo y Federico Kauffmann Doig– proceden de la publicación original de Middendorf, Ernst Wilhelm. Die einheimischen Sprachen Perus. Leipzig: Brockhaus, 1890-92, vol. 1 (Das Runa
Simi oder die Keshua-Sprache), vol. 5 (Die Aimará- Sprache) y vol. 6 (Das Muchik oder die Chimu- Sprache).
20 Middendorf, Ernst Wilhelm. Perú: observaciones y estudios del país y sus habitantes durante una permanencia de 25 años / traducción de Ernesto More. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Dirección Universitaria de Biblioteca y
Publicaciones, 1973-74. 3 vols.
21 Núñez, "La ciencia alemana y los fundamentos de la investigación peruanista", cit. [12], p. 22.
 
Revista de la Facultad de Humanidades y Lenguas Modernas N° 10 pp.7-13. Universidad Ricardo Palma. Lima, 2007
http://www.urp.edu.pe/urp/modules/facultades/flenguas1/paginas/HLM_10.pdf


Ruta de viaje de Alphons Stübel y Wilhelm Reiss por Suramérica 1868-1877. Del libro Tras las huellas. Dos viajeros alemanes en tierras latinoamericanas, editores Andreas Brockman y Michaela Stüttgen. Banco de la República y Biblioteca Luis Ángel Arango. Bogotá 1996.
"Esta exposición, que se muestra por primera vez en tierras latinoamericanas y por segunda vez ante el público, es una ocasión ideal para acercarse a la percepción que se tenía en la Europa del siglo xix del continente americano y de sus habitantes, desde la óptica de dos viajeros alemanes: Alphons Stübel y Wilhelm Reiss. Stübel y Reiss llegaron con el propósito de seguir las huellas de Alexander von Humboldt, en un viaje que estaba previsto para ser realizado en corto tiempo y que a la postre se convirtió en un recorrido que durante nueve años (entre 1868 y 1877) realizaron por diferentes lugares de Suramérica. Durante los años que permanecieron en el continente, realizaron un gran acopio de información y de objetos de diferentes culturas. Tomaron más de dos mil fotografías y realizaron dibujos que son testimonio histórico de la época y que dan cuenta de la heterogeneidad de las regiones que recorrieron. Esta exposición reúne la colección que forma parte de cuatro museos alemanes, en donde se aprecia claramente la diversidad de intereses y puntos de vista desde los cuales observaron el territorio americano. Esta es la oportunidad de establecer un puente cultural entre América y Europa, al seguir las huellas del viaje realizado por los dos científicos alemanes en tierras de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay y Brasil. El Banco de la República reconoce y agradece la colaboración del CeLA y de los museos Institut für Länderkunde, Museum für Völkerkunde Berlin, Iberoamerikanisches Institut Berlin y Völkerkundkiche Sammlungen."

Exposición virtual de Biblioteca Luis Ángel Arango y Banco de la República - Colombia:

LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS VISTAS POR STÜBEL Y REISS

ANDREAS BROCKMANN (*)

Stübel y Reiss fueron geógrafos. La naturaleza latinoamericana los sedujo. En cambio, la población de los países visitados por ellos no les fue accesible. Esto aparece completamente claro en las cartas de viaje redactadas por Stübel y es el tono característico de cada uno de estos documentos. El valor etnológico y sociológico de su legado está definido sobre todo por las colecciones allegadas y menos por los comentarios que, sólo en casos excepcionales, estaban dirigidos a un público científico.

Al lado de los trabajos arqueológicos conjuntos y de la rica y completa colección del material etnográfico, así como de la documentación del asentamiento de Tiahuanaco realizada por Stübel, se encuentra sobre todo la colección de fotografía que permite dar un vistazo a las sociedades visitadas por los viajeros alemanes. Estas imágenes han sido reordenadas por los científicos, y precisamente este criterio de reordenación permite dar una clave retrospectiva de su visión de las sociedades respectivas, que sobrepasa el marcado tono subjetivo de las cartas de viaje1. Las fotografía están organizadas de forma tal que permitan ofrecer una información general de la geografía y de la vida social de Suramérica. Al lado de las escenas urbanas, de los paisajes, etc., muchas muestran hombres de Latinoamérica, cuyas fotografía casi todas están pegadas a grandes planchas. La reordenación y los rótulos de estos documentos dan una explicación de determinadas estructuras de las sociedades que ellos deseaban describir.

El hecho de que las personas sean valoradas diferenciadamente según su rango, como consecuencia de su procedencia, es algo que se encuentra en casi todas las sociedades. La diferencia predominante por criterios "raciales" parece ser a primera vista algo predeterminado de manera biológica. Con todo, subyace en esta clasificación una selección de criterios de diferenciación que está predeterminada socialmente. El color de la piel se convirtió, pues, en seña de diferenciación usual, y no por ejemplo la superficie de nuestras células corporales, a pesar de que ambas están fijadas en forma hereditaria2. Es de señalar pues, que el componente social en la diferenciación de individuos humanos es más importante que el biológico y por ello se habla mejor de "razas sociales", cuando se usa ese concepto, para aclarar las diferencias sociales (Wagley, 1971: 21 y sigs.). Puesto que este criterio aún hoy no ha perdido su vigencia, vale la pena echar un vistazo sobre la clasificación de Stübel. Generalizando se puede decir: desempeñaban, y aún desempeñan, los "blancos", es decir, los descendientes de las familias europeas, las más altas posiciones en las sociedades latinoamericanas. Esto queda documentado, para el caso, en la colección de tipos femeninos de descendencia española (fotografía 67). Este grupo poblacional contiene los representantes de las clases altas, con quienes los investigadores estuvieron en relación, particularmente en las grandes ciudades.
67.jpg (39214 bytes)
67. Mujer de Santiago de decendencia española (Chile, 1876)

"La gente es decir, los descendientes de españoles que reclaman el derecho a la cultura es intelectualmente deplorable, en la forma más increíble. Popayán tiene apenas uno se puede atrever a decirlo una universidad y, sin embargo, no hay en toda la ciudad siquiera una hoja para escribir y mucho menos es posible comprar un libro impreso. Magnífica es la universidad y magníficos los conocimientos de los señores doctores que ésta universidad, al lado de las universidades de Bogotá y Medellín, sientan en el mundo. Toda la gente es llamada doctor. Pero nunca se sabe de qué facultad sacan su sabiduría. Supongo que la mayoría son juristas; pues todos piensan transformar las leyes existentes y en su lugar poner otras un poco menos incómodas. De hecho, también en Bogotá la `legislación' pertenece a la primera de las disciplinas con las que el zorro académico tiene que vérselas. Cuando está ya un buen tiempo en la universidad y prefiere no volver al campo a seguir con el lazo después de suficientes estudios de leyes logra obtener algunos fundamentos elementales del latín" (carta de Stübel del 27 de mayo de 1869). Resulta claro que Stübel no tiene la más mínima consideración por este grupo poblacional y conforme a su manera de pensar lo hubiera puesto mejor en el más bajo peldaño de la escala social.

Los mestizos nacidos de blanco e indio, que hoy conforman en la mayoría de los países latinoamericanos la porción más grande de la población y son caracterizados regionalmente con diferentes nombres (mestizos, cholos, etc.) están, sin embargo, apenas retratados. Precediendo aun al indígena en la escala social, se encuentran los esclavos, que casi sólo en la región andina eran subordinados "racialmente" a los indígenas (fotografía 68, 69). El comercio transatlántico de esclavos con el continente africano había terminado desde hacía mucho tiempo3. "La esclavitud en Brasil es todavía próspera, pese a que el envío directo de África se cortó y los esclavos existentes deben quedar libres en 15 años. Hay especialmente en las provincias del norte, donde negocian los esclavos a precios elevadísimos, enviándolos a Rio y al sur" (carta de Stübel del 25 de diciembre de 1875).
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68. Esclavo de Bahía (Brasil).

Por la misma época también se había suspendido en Perú el comercio transpacífico de esclavos con China. "A esta desgracia se asocia otra casi tan grande, pues ningún chino puede ser traído (China ha prohibido el comercio) y esta circunstancia arruinará en los próximos 6 u 8 años todas las haciendas azucareras" (carta de Stübel del 23 de marzo de 1875). La agricultura de plantación en América se resintió con la abolición de la esclavitud v cavó en una crisis, cuyas consecuencias percibió Stübel en Colombia: "Cabalgamos hacia una hacienda que se llama Minca, pero que desde 1835, cuando fue abolida la esclavitud, debió ser abandonada por el propietario, de manera que hoy apenas existen huellas de actividad humana" (carta de Stübel del 12 de febrero de 1868). Cortado el abastecimiento de otros continentes, se recurrió de nuevo intensificado al sistema de la servidumbre por deudas que ataba a los indígenas a las grandes haciendas y de facto significaba una continuación de la esclavitud (fotografía 70 ). De todas maneras, los indígenas seguían siendo vendidos. "Pero tan sólo un artículo de la hacienda ha tenido en los últimos tiempos un aumento significativo, vale decir, los niños que se negocian hacia Guayaquil. El negocio es también efectuado por la policía. Un niño de 2 a 3 años cuesta en Quito 3.5 o máximo 8 pesos; en Guayaquil se paga por él 10 y hasta 20 veces más. El indígena, así esté miserablemente desamparado, nunca meterá la mano en tales negocios. Por el contrario, estoy, convencido que ningún "cavallero" de Ecuador se echará atrás ante este negocio" (carta de Stübel del 15 de diciembre de 1871) (fotografía 71). Pese a que el concepto de "esclavitud" se basa más bien en una sociedad medieval estamentalmente organizada, el concepto de raza social ocupa aquí un puesto destacado, pues sólo hombres con un determinado color de piel y una determinada procedencia eran vistos como mercancía.
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69. Esclava de Pernambuco probablemente nacida en Africa

Que los habitantes originarios de América (fotografía 72), que no eran en la mayoría de los casos esclavos y por tanto no representaban ningún precio, habían sido arrojados a la más baja escala social de las sociedades latinoamericanas, no debe ser algo que sorprenda a nadie. Sólo en el área andina4, que ya antes de la venida de los españoles estaba socialmente muy estratificada como el ámbito de una civilización desarrollada, lograron los conquistadores y las generaciones siguientes una integración de la población preexistente, bajo una continuación más intensa de la identidad indígena, en una nueva estructura social: la elite indígena existente fue reemplazada completamente por los europeos y sus descendientes, y las antiguas estructuras de dependencia fueron modificadas en el transcurso del tiempo. En todas las demás regiones de Suramérica, en donde antes de la llegada de los españoles no había una formación semejante a un Estado, apenas tuvo lugar una integración de los indígenas a las sociedades correspondientes (Service, 1955). Allí se introdujeron como fuerza de trabajo frecuentemente esclavos de otros continentes. La existencia de la esclavitud representa un signo del abismo que existía entre las razas sociales.

Stübel expone en una de sus cartas un ejemplo patente del arbitrario trato de los indígenas por las clases altas: "Hace unos pocos meses (el doctor Reiss se encontraba en esa época en el Puracé), el suegro del `Gran general Mosquera', un tal Cárdenas Mosquera, fue a caballo a Puracé, se bajó en la casa de un indígena, entró a ella y allí lo apuñaló, a causa de una sospecha de robo de quina. Este hecho, del que fue testigo todo el pueblo, fue constatado inmediatamente por las autoridades locales, el cadáver reconocido, etc. Estos documentos tuvieron que ser remitidos por el alcalde a Popayán. Se enviaron, pero se perdieron en el camino. Las investigaciones se emprendieron nuevamente, y, en contradicción con las primeras, se encontró que a esa hora, cuando Cárdenas se bajó delante de la casa de la víctima y salió con el cuchillo ensangrentado y partió en su caballo, el indígena se encontraba a algunas horas de distancia, en algún sitio del monte. Los primeros testigos permanecieron callados, Cárdenas fue liberado, y pese a que todos saben que él perpetró el asesinato, no hay nadie en este país que le ponga en cuestión su posición social si es que puede hablarse aquí propiamente de una sociedad " (carta del 27 de mayo de 1869).

La otra característica social la profesión a la que ambos investigadores recurrieron como criterio de ordenación de su colección, no era de ninguna manera tan marcada como lo es en las actuales sociedades, que comportan una mucho más amplia elección de profesiones independientes. La profesión estaba aún estrechamente ligada al estamento y con ella a la procedencia. Se debe a la extremada precisión de los investigadores el que las hayan descrito diferenciadamente y documentado por medio de una cantidad de fotografía, no obstante no abarcar todas las profesiones.
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70. Indio aymará de la región de la Paz. Pongo=Indio, que esta vinculado a la gleba de una hacienda, pero que sin embargo cumple oficios temporalmente en la casa de su señor en la ciudad. (Bolivia, 1876)

Altos funcionarios, políticos y curas fueron las víctimas permanentes de las críticas de Stübel. Así ve él las autoridades: "Recientemente pusimos al mal tiempo buena cara e invitamos, puesto que no se podía evitar más tiempo, a cuatro de las personas más prominentes y más altos funcionarios del Estado. Entre ellos se encontraba el primer asistente del presidente y éste fue, cuando creyó que no se le observaba, el que dejó deslizar un paquete de 25 habanos a su bolsillo. Por fortuna las cucharas no eran de plata, pues de lo contrario, sin lugar a dudas, algunas hubieran desaparecido. El asistente, que de paso se precia de su origen de conde, estaba al final tan borracho que tuve que mandarlo conducir a su casa por mi arriero; nos quería meter en camisa de once varas a mis otros servidores. Se entiende por sí mismo que este asistente lleve de preferencia un rico uniforme, cosido en hilo de oro, que corresponde más o menos a un general francés" (carta del 16 de noviembre de 1870).
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71. Niña indígena comiento papilla . La niña había sido comprada y educada para el servicio doméstico en una familia portuguesa. (Brasil, 1875)

También el Congreso ecuatoriano mereció un tratamiento irónico en su trabajo: "El Congreso ha concluido su obra de tres meses. Los resultados de su actividad culminan en los siguientes puntos: 1. A los ecuatorianos les está permitido aceptar y portar sólo las órdenes papales, lo mismo sean las grandes medallas de las academias de París, Berlín, etc. 2. Anualmente tendrá lugar una gran procesión a la gloria del sacre corazon de Jesus (sic), bajo cuya protección se haya al mismo tiempo toda la República (esta ordenanza se publicó en el Nacional en letras doradas). 3. El Papa retiene durante el tiempo de la ocupación de Roma la décima parte del diezmo como pensión. 4 El diezmo debe ser recaudado desde ahora también de la alfalfa, alimento del ganado. 5. El gobierno está autorizado para contraer un préstamo de 4.000.000 de pesos en el exterior, que pagando un interés del 6 %, debe ser cancelado en el curso de 40 años de las aduanas, que por supuesto ya están hace rato en gran parte empeñadas. En estas resoluciones hay ciertamente mucha ingenuidad. "Tuve la oportunidad de felicitar a algunos miembros del Congreso en razón de su exitosa actividad e indicarles la extraordinaria idea de alimentar, en el futuro, a los curas con alfalfa" (carta del 1 de noviembre de 1873). La llamativa animadversión contra los religiosos se intensifica en otros pasajes. El clero es caracterizado como criminal y tildado de estúpido: "Pero entre las personas que llevan una falda y sombrero negro, hay apenas una que sea capaz de llevar adelante un negocio próspero, que no sea la estafa más común, preferentemente la falsificación de moneda" (carta de 17 del junio de 1868). "En el Cumbal me pregunté) el cura con una seguridad pasmosa si Alemania quedaba en Asia o en África. Le contesté con igual seguridad: como Inglaterra, en el centro de África. El vicario de Ipiales y Las Lajas, un cura joven, vestido elegantemente como cosa excepcional, me detuvo cuando cruzaba la plaza a caballo, para preguntarme si Alemania quedaba en Egipto" (carta del 18 de mayo de 1870) (fotografía 75).
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72. Indígena de Cuzco

La mayoría de las otras profesiones, que son tenidas en cuenta en la colección, proceden de las capas sociales bajas de la época: gauchos (fotografía 73), aguatero (fotografía 74), comerciantes de diversos productos5, pescadores, músicos (fotografía 76), y otros, hasta los pordioseros (fotografía 77) y delincuentes son reconocibles en las fotografías hechas en estudio. Además, las fotografías de las grandes ciudades andinas documentan la fuerte diferenciación profesional de la población quechua y aymara. En las cartas de viaje se resaltan dos grupos profesionales, los arrieros y los cargadores, con los que estuvieron en estrecho contacto los investigadores y quienes fueron los acompañantes permanentes en sus excursiones: "En toda la ruta no faltan posadas, en las que se ofrece la oportunidad a los arrieros de embriagarse con guarapo. En una de esas casas tuvimos que pasar la segunda noche y, ciertamente sin ropa para abrigarse y sin comer, pues nuestro guía se había escapado con las mulas en venganza por una reprimenda" (carta del 17 de abril de 1868) (fotografía 78). Los cargadores eran admirados y despreciados por Stübel: "Subir un piano de Honda a Bogotá cuesta entre 200 y 300 pesos, demora entre dos y tres meses y se requieren durante este tiempo entre 15 y 20 cargadores. Para cargar, los indígenas son muy hábiles e incluso más fuertes que nuestros cargadores. Los objetos de carga que pesan más de 200 libras, y no pueden ser cargados en las mulas, los transportan los indígenas a Bogotá, cuesta arriba, y por cierto que todo el peso descansa sobre la cabeza" (carta del 17 de abril de 1868). "Apenas se ha formado el grupo [de cargadores] y se pone en camino, empiezan otras dificultades. El primero desea regresar, el segundo está muy cargado, el tercero finge estar enfermo, el cuarto no tiene alimentos, etc., y todos los días inventan nuevas mentiras, para impedir continuar adelante. Si uno cede una vez está perdido. Lo peor es cuando escasea el alcohol. :Tuvimos que enviar dos veces a uno de nuestros servidores a Pasto, a traer nuevos peones y aguardiente en garrafas" (carta del 17 de septiembre de 1869) (fotografía 78).
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73. Argentino con traje típico de gaucho (Argentina, 1876)

Aun cuando la organización de la colección fotográfica parezca, desde la perspectiva contemporánea, un gabinete de rarezas, es indudable su valor como documento de la época. Esta función queda más clara cuando se ven las fotografía que registran a la población indígena de los países visitados, pues en ellas se encuentran fuentes visuales que sirven como complemento de la forma de vida de esos pueblos. Así, las fotografías tomadas en estudio dan razón de sus trajes típicos, y las tomadas en las poblaciones, de aspectos relativos a sus condiciones de vida. Al lado de ellas hay fotografías de grupos étnicos ya desaparecidos, como por ejemplo los de los indígenas de la Tierra del Fuego, que amplían los conocimientos de culturas hoy históricas (fotografía 79). En algunos casos no es fácil ordenar los grupos étnicos representados bajo los pueblos indígenas actuales, pues con el surgimiento de la antropología como disciplina científica autónoma, los nombres de los grupos en cuestión han cambiado en parte, y la referencia de la ubicación de los poblados no se ajusta exactamente con las "áreas de repliegue" de los indígenas.
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74. Aguatero de Quito (Ecuador, 1870-1874)

Conforme a las cartas de viaje, Stübel se puso en contacto con pocos grupos étnicos, quedando prueba de su relación con los paeces, sibundoyes y lagunas, así coma con quechuas y aymaras andinos. Las fotografías compradas muestran además indígenas de las siguientes tribus: ahushiri, amahuas, araucos, arará, callagualla, campa, cashivo, chipivvos, chirihuanos, indígenas de la Tierra del Fuego, guachua, huachipairi, inatacos, miranhas, munducuru, napo, orejones, pachitea o mayonischas, pasé, patagones, tapuya, tehuelche y tukuna6. De esta considerable lista, deben destacarse sólo tres grupos étnicos.
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75. Padre Gonzales (sic), Franciscano de Córdoba, famoso orador (Argentina, 1876)

Un primer ejemplo de este "Tras las huellas" de los descendientes de las fotografías de indígenas compradas por Stübel son los llamados tapuya (fotografía 81). Sinónimo de esta denominación son tapuyo, tapuya, tapuüa y tapoyer. La denominación "tapuya" fue utilizada por los primeros informadores del Brasil para casi todos los indígenas que no pertenecían al grupo muchísimo más grande de los tupi. Bajo esta denominación se comprendía en primer lugar una multiplicidad de pueblos y lenguas que desde el punto de vista de hoy, eran muy heterogéneas y no pertenecían a la misma familia lingüística. Por ello es "Tapuya", desde el punto de vista lingüístico y etnológico, una categoría sin ninguna significación. Pues no hay, ni ha habido nunca una cultura "tapuya", y sólo las antiguas descripciones la usaban en la época de Stübel probablemente como un término aún válido para grupos indígenas indefinidos (Lowie, 1963: 553, 556). Otra cosa sucede en la representación de los callagualla, que hoy se escribe callawaya. Stübel anota en la fotografía: "Médicos bolivianos y vendedores de remedios. Cruzan Suramérica hasta Panamá, Chile y Brasil, y su lugar de origen debe ser el pueblo de caquiaviri"7. Pese a que la denominación callawaya es usada en lenguaje coloquial para los habitantes que hablan sobre todo el quechua en una región de los altos Andes bolivianos, Ina Rósing da su propia definición de los Callawaya que se acerca bastante al comentario de Stübel: (fotografía 80) "[...] Se debe llamar Callawaya sólo a quien, primero, tenga un conocimiento amplio de las yerbas medicinales; segundo, vaya de viaje con estos conocimientos; tercero, sea por generaciones médico y, cuarto, domine el 'lenguaje secreto' Callawaya, al menos en sus rasgos generales" (Rösing, 1988: 66).
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76. Músico indígena en traje festivo. Copacabana (Bolivia, 1876)

Como último ejemplo son de mencionar los Araucanos de Chile, cuyas fotografías fueron compradas en Valparaíso y Copiapó (fotografía 8z). Estos indígenas son hoy, más conocidos bajo la autodenominación Mapuche. Las imágenes proceden de la época de la última gran guerra de los chilenos contra los Mapuche, que terminó el primero de enero de 1883 con la conquista de los araucanos por parte de los chilenos (Schindler 1990: 35).
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77. Pordiosero en Quito (Ecuador, 1874)

Al lado de la colección de fotografía se encuentran también publicaciones científicas de los países visitados. En el año de 1888 publicaron Stübel y Reiss 28 fotografías bajo el título Tipos indígenas de Ecuador y Colombia y las dedicaron a los miembros del VII Congreso Internacional de Americanistas. La mayoría de estas fotografías existen hoy en originales en la colección aquí comentada. Además, en 1880 en la Verhandlungen der Gesellschaft für Erdkunde zu Berlin se publicó el artículo de Reiss "Ein Besuch bei den Jivaros-Indianern" Mientras que en la primera de las publicaciones se trata exclusivamente de la edición de las fotografía, en la segunda Reiss ofrece un informe que es citado aún frecuentemente como uno de los primeros escritos sobre ese pueblo. Al igual que Stübel en sus cartas de viaje, no le es posible a Reiss liberarse de su eurocentrismo en la descripción de los indígenas, aspecto que se pone de manifiesto en sus comentarios sobre la limpieza (pág.331) y la interpretación de los rasgos de la cara (pág. 333). Stübel, quien también realizó a cabo una excursión a la zona de los jívaros, no logró establecer contacto con ellos, ya que temían, a causa de una epidemia de sarampión enfermedad mortal para ellos, cualquier contacto externo (carta del 3 de enero de 1873).
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78. Cargadores de las altas montañas de Bolivia (1876)

"La noche anterior envié a la gente en todas las direcciones para buscar a los jivaria, pero fue en vano, hasta que al mediodía descubrimos por casualidad que las plantaciones de los indígenas se encontraban sólo a pocos minutos de nuestro campamento. Respiré en forma cuando pasé de la oscura selva a una plaza despejada y divisé un trozo de cielo. Las casas se encontraban vacías, pero una gran cantidad de huellas frescas de pies humanos nos daban prueba de que los indígenas no se encontraban muy lejos. El sol brillaba ese día resplandeciente y cálido, y salvó mis materiales de la ruina total, pues ya se estaban pudriendo completamente. Las cabañas muy espaciosas y trabajadas con destreza, con sus acondicionamientos característicos de artículos de cocina, de cama y muebles, etc., estaban tan limpios y ordenados que podrían servir de ejemplo a cualquier 'cavallero' de Ecuador" (carta del 13 de marzo de 1873).
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79. Indios de Tierra del Fuego (fotografíados en Paris, 1886)

Como conclusión se puede afirmar que ambos investigadores no lograron acercarse a los habitantes de América Latina, de manera que pudieran formarse una imagen más desprejuicida de sus moradores. Entre las colecciones y la correspondencia de Stübel se expresa la tensión existente entre la descripción científicamente más exacta y la recomposición subjetiva. De esta forma ambigua se descubre al investigador y al hombre Alphons Stübel. A una mirada crítica, del legado de ambos investigadores, surge un nuevo estímulo para el análisis y reinterpretación de estos documentos.
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80. "Medicos bolivianos" (sic),, Caporoches: Consejeros médicos y vendedores de remedios. "Callagualhas von Caquiaviri" (Altiplano de Bolivia)


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81. Lugar de vivienda de Tapuyas, Río Amazonas (asentamiento de una familia mestiza) 1875


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82. Cacique Araucano (Chile, 1876)


NOTAS

(*)
Doctor Andreas Brockmann
Gerente del Centro Latinoamericano, Universidad de Münster
1
Estos criterios de ordenación corresponden sólo a la colección de Stübel que se conserva bajo Collection Stübel en Leipzig.
2
Para una definición actual del concepto antropológico de "raza" es recomendable la lectura de Vogel (1986).
3
Una descripción detallada y fácilmente accesible se encuentra en Emmer (1992).
4
Esta descripción se relaciona exclusivamente a Suramérica. De todos modos el desarrollo de las altas civilizaciones en Mesoamérica fue similar.
5
Entre estos vendedores, la mayoría indígenas, se puede contar al productor de esas mismas mercancías, que al mismo tiempo las vendía.
6
El modo de escribir propio de Stübel se ha conservado aquí.
7
Rösing denomina a Charazani, en la provincia boliviana Bautista Saavedra, como el centro principal de la región Callawaya (1988: 54).
 Bibliografia
Piet Emmer, "Afrikanischer Sklavenhandel und Sklaverei inn atlantischen Gebiet 1500-1900" ell: Corrina Radatz, Afrika in Amerika. Ein Lesebuch zum Therna Shlaverei und ihre Folgen. Gütersloh, Hamburgisches Museum für Völkerkunde, 1992, págs. 63-79.
Robert H Lowie, "The 'Tapuya' ", en: Julian H. Steward (ed.), The Marginal Tribes, tomo 1 del Handbook of South American Indians, Nueva York, Cooper Square, 1963, pigs. 553-556.
Wilhelm Reiss, "Ein Besuch bei den Jivaros-Indianern", Verhandlungen der Gesellschaft für Erdkunde zu Berlin,tomo VII, 1880, págs. 325-337.
Ina Rösing, Dreifaltigkeit and Orte der Kraft: die weisse Heilung. Nächtliche Heilungsrituale in den Hochanden Boliviens, Mundo Ankari 2, libro I, Nördlingen, Greno, 1988.
Helmut Schindler, Bauern und Reiterkrieger. Die Mapuche-Indianer im Süden Amerikas, München, editorial Hirmer, 1990.
Ehnar R. Service, "Indian-European Relationship in Colonial America", American Antropologist, vol. 57,195-5, p095. 411-425.
Alphons Stübel, Cartas inéditas desde Suranniérica. Legado en el Institut für Länderkunde en Leipzig, Archivo de Geografin, Inv.- Núm. 6625-6721, K. 122, 1868-1877
Alphons Stübel, y Wilhelm Reiss, Indianer Typen aus Ecuador and Colombia, Berlin, 1888.
Friedrich Vogel, "Sind Rassenmischungen biologiscli schädlich?", en: Hans Rösner (ed.), Der ganze Mensch. Aspekte einer pragmatischen Anthropologie, München, DTV, 1986, págs. 92-109.
Charles Wagley, "The formation of the American Population" en: Franzisco M. Salzano (ed.), The Ongoing Evolution of Latin American Populations, Springfield, 1971, págs. 19-39.











 
Manuscrito en línea:
Zur Südamerikanischen Reise. 1849-1850. BIBRA, ERNST VON.]

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Description:

German manuscript, title with motto and 139 illustrated leaves, mostly pencil or brown pen drawings, about 20 with handcolouring, some grey-, brown or ochre wash drawings, and 1 watercolour, showing ships, nautical instruments, portraits, Indians, hydro-biological matter, fishes, birds, coastal sceneries, landscapes, geological structures and plants. 8vo (160 x 102 mm). Contemporary calf, sides with gilt border, gilt edges, preserved in a brown half morocco box. The diary in form of a sketchbook in chronological order of Freiherr Ernst von Bibra's well-known voyage to South America. Ernst von Bibra (Schwebheim 1806 - Nüremberg 1872) was a famous naturalist and traveller and one of the early pioneers writing on psychoactive drugs. As a result of his voyage he published his 'Reise in Südamerika' in 1854. The title of the present manuscript has the following device: 'Wen(n) Euch nicht gefällt was ich hier gezeichnet, so ist mir das gleich. Ist auch solches nicht desshalb geschehen, sondern nur damit ich selbst eine Erin(n)erung habe, an das, so ich in fremden Lande gesehen' [When you do not like what I have written, I do not care. It is not for you, but to have a recollection what I have seen in foreign countries].Almost all drawings have pencil annotations many with dates, starting 14.4. (18)49 ending 4.7.(18)50.The first drawing shows an early bronze of an animal in the Bremen cathedral; followed by portraits of probably crew members or passengers (Lamers, Friedmann, Kunitz, Kühn and others); profiles of the coast of Portland (England); medusa; a flying fish; the coast of Brasil; the coast near Rio de Janeiro; several drawings showing the harbour entrance of Rio de Janeiro and its surroundings; a detailed landscape with palm trees, agaves and mountains signed Rio de Janeiro 27.6.49; several detailed drawings of Cape Horn; the coast of Chile (Valdivia & Conception); Valparaiso seen from the sea; a view of Valparaiso town and harbour; 2 drawings of an aloe; la casa del Caballero Michael Dores; a view of the Cordillera; a camp with tent, rifle, fire etc. in the Cordillera; illustrations of the island 'mas a fuerta'; the harbour of Porto Coral; an old Spanish chapel of Porto Coral; several plates of indians; a skull of a whale; a view of Tocopilla; detailed study of porphyry rocks; a view from the roof of the hotel in Callas; some exotic fruit; an old Peruvian mummy; a shark; crustacea; several exotic fishes; a number of plates of evertebrates with the longitude and latitude; the Eddystone lighthouse; a section of 6 plates with a separate ornamental title 'Nautica' portraying a ship, sails and ship equipment.Bibra wrote several scientific works regarding his voyage, one of which 'Beiträge zur naturgeschichte von Chile' was published in the 'Denkschriften der Kaiserl. Akad. der Wissenschaften' 1853. On the first page he mentions that he will consult his [the here offered] 'Tage- und Skizzenbuch' [diary- sketchbook] in writing the article. Plate vii 'Fernsicht von der hohen Cordillera über das Flachland von Chile bis zur Küsten-Cordillera' is an exact copy of a plate found in his sketchbook. On page 95 of his article he writes 'Ich habe eine Zeichnung an Ort und Stelle zu entwerfen gesucht . und habe sie auf Taf. vii, beigegeben [I made a drawing on the spot, which is shown on plate vii].Ernst von Bibra studied law, chemistry, and medicine at the University of Würzburg. In 1824 he inherited the family estate, allowing him to travel and study without worrying about money. In 1855 he published 'Die narkotischen Genussmittel und der Mensch'. The work is based on his experience in South America and became a pioneering study of psychoactive plants and their role in society. Drawing on his own travel experience as well as the writings of his predecessors, Baron Ernst von Bibra devotes a full chapter to each of seventeen plants, ranging from such mild stimulants as coffee and tea, through tobacco and hashish, to powerfull narcotics and hall. Bookseller Inventory # 6936

http://www.abebooks.co.uk/S%C3%BCdamerikanischen-Reise-1849-1850-BIBRA-ERNST-VON/4997284105/bd (14:11 Bogotá 05.07.2013)
Via Libri http://www.vialibri.net/552display_i/year_1806_0_342255.html (16:13 Bogotá 05.07.2013)