Decisión de La Haya: un fallo con claros y oscuros para los intereses de Chile
Aunque es positivo que la Corte Internacional de Justicia haya acogido los aspectos centrales de la argumentación chilena, resulta desilusionante que, sin embargo, haya recurrido a una interpretación muy cuestionable para ceder a Perú una amplia superficie de aguas de la Zona Económica Exclusiva chilena.
28/01/2014 - 04:00
Editorial La Tercera
Un dictamen que da por un lado y quita por el otro
.- La lectura del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que se llevó a cabo ayer en La Haya tiene un sabor mixto para Chile. Por un lado, arroja la satisfacción de que el tribunal acogió por casi la unanimidad de sus miembros los fundamentos principales de la argumentación chilena; sin embargo, al mismo tiempo establece la pérdida de una vasta superficie de aguas de la Zona Económica Exclusiva, por medio de un criterio muy discutible desde el punto de vista jurídico, que deberá ser mejor explicado por el tribunal en el fallo completo y cuya aplicación sólo parece entendible si se aprecia el ánimo de la CIJ de actuar de manera "equitativa".
Como corresponde a un Estado que es signatario de acuerdos internacionales por medio de los cuales se somete a la jurisdicción de la CIJ y se obliga a cumplir sus resoluciones, y como un país que ha definido el respeto al derecho internacional como uno de los pilares de su política exterior, Chile ha señalado que acatará el fallo. Pese a que el dictamen supone una pérdida de zona marítima merced al uso de una interpretación con la que Chile "discrepa profundamente" -como afirmó ayer el Presidente Sebastián Piñera-, el hecho de que este reconocimiento se haya planteado de manera pronta y clara ha servido para evitar suspicacias y la generación de climas potencialmente peligrosos. La calma con que en general fue recibido el fallo por la sociedad nacional da cuenta de la acertada prudencia con que actuaron las autoridades chilenas.
Tal como señalaron el Presidente Piñera y la mandataria electa, Michelle Bachelet, la implementación del fallo debe hacerse cautelando plenamente los intereses de Chile, a la vez que demandando a Perú los cambios que procedan en su legislación interna (por ejemplo, el desahucio de parte de sus líneas de base y una reforma constitucional) y la adhesión a tratados internacionales, como la Convención sobre el Derecho del Mar. Todo ello obliga a analizar el fallo en detalle y a que ambos países acuerden el procedimiento que seguirán para darle aplicación práctica.
La frontera marítima definida a lo largo del paralelo
.- La tesis chilena fue que la frontera marítima entre Chile y Perú había quedado delimitada por tratados formales a lo largo de la línea del paralelo. La corte señaló de manera contundente que los términos del Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 son claros al reconocer, en un acuerdo internacional que obliga a las partes, la existencia de una frontera marítima que corre por el paralelo. De hecho, el artículo primero de ese documento señala de manera explícita que el límite marítimo entre Chile y Perú está constituido por un paralelo.
Al ratificar este punto por mayoría abrumadora -15 votos a uno-, la corte desestimó la pretensión peruana de que no existía una delimitación fronteriza marítima acordada formalmente entre ambos países y que los acuerdos suscritos en torno a este tema eran documentos que solamente regulaban materias pesqueras. El tribunal también señaló que la práctica desde hace más de medio siglo en la zona daba cuenta del respeto al uso del paralelo, lo que también avaló la tesis chilena.
La definición de este aspecto echó por tierra la aspiración peruana de modificar la línea fronteriza marítima por medio de la fijación de una nueva demarcación a través de una diagonal equidistante, lo cual hubiera tenido efectos no sólo sobre la Zona Económica Exclusiva chilena, sino también sobre el Mar Territorial, que se extiende por 12 millas desde la costa y sobre el cual se ejerce completa soberanía. Así, la desestimación de esta postura privó a Perú de una de sus pretensiones principales.
El paralelo que cruza el Hito Nº 1 como punto de inicio para la frontera marítima
.- En conjunto con lo anterior, la corte definió -también por 15 votos a uno- que el punto de inicio de la frontera marítima "es la intersección del paralelo de latitud que pasa a través del Hito Fronterizo Nº 1 con la línea de baja marea", avalando de esa manera la tesis chilena en esta materia y denegando la ambición peruana de "correr" dicho punto unos 180 metros hacia el sur, con lo cual el país vecino habría ganado -además del Mar Territorial y la Zona Económica Exclusiva correspondientes- una pequeña superficie terrestre de alto valor simbólico y que había sido motivo de fricciones, como cuando en 2001 la Marina chilena instaló allí una caseta de vigilancia.
Aunque los jueces de La Haya rechazaron pronunciarse respecto de la pretensión territorial terrestre peruana, queda claro que, al inclinarse a favor de la posición chilena respecto del Hito N°1, han desfondado cualquier demanda en este aspecto que pueda continuar albergando Lima. Ello, porque la aspiración peruana sobre ese pequeño territorio de 37 mil metros cuadrados se topa ahora formalmente con un fallo que señala que no tiene costa soberana, al ir la frontera marítima a lo largo del paralelo que atraviesa el Hito Nº 1, como ratificó ayer la CIJ.
Más allá de este aspecto, la decisión en torno a que la frontera marítima se establece por la línea paralela que intersecta al Hito Nº 1 es de extrema relevancia, pues garantiza que Chile no perderá soberanía sobre el Mar Territorial.
Cuestionable interpretación al delimitar la frontera marítima
.- Aunque habrá que esperar la divulgación del texto íntegro del fallo para conocer con mayor certeza los fundamentos a los que recurrió para ello, constituyó una sorpresa la manera en que la corte decidió innovar respecto de la forma que adoptará la frontera marítima. Ninguna de las dos partes en litigio había argumentado de una manera que hiciera presagiar que el tribunal concluiría que "el límite marítimo acordado entre las partes se extendió a una distancia de 80 millas náuticas a lo largo del paralelo desde el punto inicial" y que, a partir de ella, se aplicaría la línea equidistante hasta las 200 millas.
Son muy discutibles los argumentos esgrimidos por la corte para arribar a esta solución, que afecta los intereses de Chile al privarle de unos 20 mil kilómetros cuadrados de superficie marítima correspondiente a su Zona Económica Exclusiva. Resulta difícil entender que, habiendo definido que la frontera marítima corre por la línea del paralelo, la corte establezca sin una justificación jurídica clara que dicha delimitación sólo es válida por 80 millas, sobre la base de que existiría "alguna incertidumbre en lo referente a la extensión precisa del límite marítimo acordado" y de que en 1954 no hubo voluntad de aplicar el límite por el paralelo a las 200 millas. Más extraño parece este argumento, si se considera que el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 señala de manera explícita que "todo lo establecido en el presente convenio se entenderá ser parte integrante, complementaria y que no deroga las resoluciones y acuerdos adoptados en la Conferencia sobre Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas del Pacífico Sur, celebrada en Santiago de Chile en agosto de 1952". En la Declaración de Santiago de 1952, Chile, Perú y Ecuador afirman sus derechos sobre 200 millas marinas desde sus respectivas
costas.
La más plausible explicación para la decisión de aplicar la línea equidistante a partir de la milla 80 es que el tribunal quiso operar con un criterio "equitativo", dividiendo la diferencia entre las partes. De esta manera, Chile mantuvo el acceso a Arica, el respaldo a la tesis del paralelo, el tema del Hito Nº 1 y la parte significativa de la pesca en la zona, mientras que Perú obtuvo parte de la Zona Económica Exclusiva chilena desde la milla 80.
Así, pese a acoger los fundamentos claves de la posición chilena, la corte parece haberse alejado de las consideraciones propiamente jurídicas en la delimitación final de la frontera marítima, decidiendo, en cambio, de manera "salomónica". Ello resulta desilusionante, pues una actuación de este estilo abre paso a arbitrariedades que se alejan de las certezas que debe entregar el derecho internacional.
El desafío geopolítico post Haya
En esta nueva fase, el principal objetivo debería ser concordar el detalle que lleve a asegurar a ambas partes coincidencia plena de que no surgirán nuevas reclamaciones. Entre otros aspectos, Perú debe reconocer el Hito 1 como punto de la frontera marítima y terrestre.
por Juan Emilio Cheyre - 28/01/2014 - 04:00
SE HACE difícil encontrar un fundamento que explique la creación de un nuevo límite marítimo por la Corte Internacional de Justicia, después de haber reconocido, como Chile planteaba, que existía una frontera marítima, constituida por el paralelo, y que se iniciaba en el Hito 1. El efecto para Chile no es menor. Nuestro país pierde más de 20.000 kilómetros cuadrados de su Zona Económica Exclusiva, lo que el Presidente Piñera describió como "lamentable pérdida" y la Presidenta electa, Michelle Bachelet, tipificó como "pérdida dolorosa".
En el Perú, el Presidente Humala se mostró "complacido" pues, a su juicio, la corte habría establecido un límite "que reconoce un espacio que, en forma preliminar, se puede calcular en alrededor de 50.000 kilómetros cuadrados de derechos soberanos del Perú, es decir, un 70% de la demanda peruana".
Hemos sido testigos de un largo diferendo, cuyo desenlace ambos países reconocen. Las partes manifestaron previamente que el fallo debía ser cumplido, voluntad que han ratificado conocido el fallo. Se abre así un importante espacio orientado a lograr acuerdos para su implementación. En esta nueva fase, el principal objetivo debería ser concordar el detalle que lleve a asegurar a ambas partes coincidencia plena de que no surgirán nuevas reclamaciones, de ninguna especie.
Resulta necesario, entre otros aspectos, que el Perú asuma que el Hito 1 es el punto de la frontera con Chile en lo marítimo, como lo estableció la corte, pero también en lo terrestre. Al mismo tenor, se requiere una definición clara del reconocimiento por el Perú de que no aplicará su unilateral concepto de dominio marítimo y de que la zona que se le otorga debería regirse por la normativa propia de las Zonas Económicas Exclusivas. Serán importantes e implicarán trabajo la elaboración de cartografía y una revisión de los tratados, acuerdos y normas que podrían requerir adecuaciones para el cumplimiento cabal del fallo. Es fundamental para ambos países asegurar que cada una de las posibles causas de conflictos latentes sea debidamente resuelta en acuerdos vinculantes, que brinden seguridad y confianza a ambas partes.
Sin embargo, pienso que el fallo y la implementación del mismo se inscriben en una visión que va más allá de esos procesos. Me refiero al desafío que tenemos ambos países de transitar desde la existencia de unidad geográfica del Sur del Perú y del Norte de Chile hacia la concreción de una convergencia geopolítica que considere variables territoriales, políticas, culturales, económicas, financieras, de seguridad y otras.
En efecto, Chile y el Perú mantienen una óptima relación, especialmente en términos de intercambio comercial. Sin embargo, una verdadera integración es más amplia que esos contenidos y logros. La complementariedad entre ambos países llama a ser ambiciosos en la definición de un nuevo tipo de vínculo, más rico y diversificado que el existente. Es factible por primera vez transitar desde la hostilidad y desconfianza ancladas en el pasado hacia una relación plena orientada al común objetivo del desarrollo de nuestros pueblos.
Allí deberían inscribirse la agenda de futuro y un posible tratado que dibuje la nueva relación. Abordarla hoy resulta posible al haber ganado Chile la certeza de que sus límites ya no serán cuestionados y de que en el horizonte se despejan las reivindicaciones pendientes. A su vez, el Perú, a no dudar, ha visto satisfecho su orgullo nacional con la incorporación de importante espacios marítimos a su territorio.
http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2014/01/895-562830-9-el-desafio-geopolitico-post-haya.shtml
Presidente de comisión de RR.EE de la Cámara: "Chile puede estar satisfecho de su defensa"
El diputado Gabriel Ascencio aseveró que "en una pequeña mirada, podemos decir que el fallo, en alguna parte fue dictado en derecho y otra, en equidad".
por C. Mascareño y M.B Medina - 27/01/2014 - 13:22
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio, se refirió en breve al resultado del litigio de Chile y Perú ante La Haya.
Si bien precisó que "tenemos un compromiso con el Presidente de la República que él va a reaccionar frente al fallo", acotó que "Chile puede estar satisfecho de la defensa".
Dando "una pequeña mirada, podemos decir que el fallo, en alguna parte fue dictado en derecho en equidad, el establecimiento del paralelo y el reconocimiento del Hito Uno, que le interesaban a nuestro país", a la par que acotó que "el fallo en alguna parte fue dictado en derecho y otra en equidad".
En esa línea, resaltó que "tenemos toda la primera parte de 80 millas marinas , la fijación del paralelo como límite marino y el reconocimiento del hito 1 y que son de aquellas cosas que más le interesaban a nuestro país, el tribunal lo ha reconocido así", en cuanto a la parte que se habría definido de acuerdo a derecho.
A su vez, agregó que "por otro lado, del punto de vista de equidad, han establecuido una línea equidistante a partir de las 80 millas que acepta la pretensión del Perú. El triángulo externo ha quedado dentro de las aguas peruanas, en este caso, nosotros podemos de a decir de todas maneras que los chilenos pueden estar satisfechos por las defensa que el estado de Chile hizo en la Corte de justicia".
Tareas para la política exterior de Chile
Chile requiere generar una nueva política exterior de Estado. Ello exige una tarea multidimensional, debiéndose ampliar y profundizar la coordinación a nivel de gobierno y de políticas públicas de alcance internacional.
por José Morandé y Paz Milet - 28/01/2014 - 04:00
La Tercera, Chile
EL RECIENTE fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre el límite marítimo entre Chile y Perú admite dos perspectivas complementarias. A nivel internacional, y conforme a los efectos globalizadores de la inserción externa de nuestro país, la decisión del tribunal reafirma la necesidad de generar una nueva política exterior de Estado.
Esta debe considerar los valores soberanos y tradicionales de su política internacional, como aquellos nuevos atributos y compromisos que distinguen a la democracia chilena en su proyección en el contexto latinoamericano y mundial. En otras palabras, un país firmemente arraigado en su soberanía e identidad nacional, y que es llamado a asumir, en forma creciente, responsabilidades propias de un Estado del siglo XXI, que aporta sustantivamente al multilateralismo y gobernanza regional e internacional. Esto es relevante para Chile, en momentos en que reasume una nueva participación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Lo anterior exige una tarea multidimensional, debiéndose ampliar y profundizar la coordinación a nivel de gobierno y de políticas públicas de alcance internacional. De ahí, entonces, la necesidad urgente de potenciar la proyección internacional de Chile con un avance en la modernización institucional y desarrollo de tareas intersectoriales afines.
En tanto, a nivel bilateral es necesario -más allá del resultado mismo del fallo- trabajar con ahínco en la superación de la agenda histórica y en la construcción de una nueva relación Chile-Perú. Lo anterior se puede desarrollar, primero, entendiendo que, más allá del fallo de la corte, seguiremos siendo países vecinos, con una amplia y fecunda agenda, la que incluye una significativa inversión bilateral, creciente intercambio comercial y económico, migración de ciudadanos de ambos países -especialmente del Perú-, libre circulación de personas e intercambio en zonas fronterizas y cooperación en instancias regionales.
Segundo, trabajando responsablemente entre las dos partes la reacción ciudadana frente a los efectos del fallo de la corte. Es importante evitar la sobrerreacción y actuar con extrema prudencia y respeto, especialmente en zonas de mayor interacción, como las áreas limítrofes.
Tercero, trabajar en el establecimiento de una agenda de futuro, que debiera considerar, entre otros aspectos, la generación conjunta de textos escolares y capacitación docente, desafío indispensable para superar las diferencias enraizadas a nivel cultural; creación de entidades binacionales destinadas a promover el intercambio de estudiantes y profesores; facilitación del comercio y acceso conjunto a mercados mayores.
Del mismo modo, se debería modernizar la legislación migratoria en ambos países, en beneficio de las nuevas generaciones; promover alianzas público-privadas conjuntas para el desarrollo de energías renovables no convencionales, e implementar iniciativas bilaterales en el área de seguridad y defensa, frente a desafíos internacionales, a saber, medidas de confianza mutua, operaciones de paz y desastres naturales.
Sin duda, ninguna de estas propuestas tendrá éxito sin la activa participación ciudadana, que está llamada a generar una nueva diplomacia y una genuina relación entre ambas naciones. La construcción de la agenda del futuro dependerá, entonces, de la voluntad y compromiso de los gobiernos y de los distintos actores sociales de Chile y Perú.
http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2014/01/895-562831-9-tareas-para-la-politica-exterior-de-chile.shtml
Presidente del Senado: "Es un buen fallo para Chile"
Jorge Pizarro aseguró que el dictamen de La Haya no conlleva ninguna pérdida para nuestro país, y que los pescadores de Arica podrán explotar recursos "tal cual lo han hecho hasta ahora".
por K.V.S - 27/01/2014 - 15:54
La Tercera, Chile
El Presidente del Senado, Jorge Pizarro
, aseguró que la Corte Internacional de La Haya acogió casi en la totalidad los argumentos chilenos, por lo que aseguró que fue "un buen fallo para Chile".
Pizarro explicó que "lo lamentable y difícil de entender es que acogiéndose toda la tesis de Chile, este sólo permite establecer el paralelo hasta la milla 80 y de ahí se acoge la existencia de una bisectriz".
"Es difícil de entender, por qué argumentos contundentes hasta el momento no encontramos, habrá que analizarlo con profundidad y evaluar bien por qué La Corte estableció de manera tan categórica que el límite existía, que existían los acuerdos pertinentes y que hay un paralelo que partía en el hito1", dijo el parlamentario.
Pizarro destacó la "sólida" defensa jurídica del equipo chileno y destacó la continuidad del trabajo de la defensa en los Gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
"Que quede claramente establecido que no hay más temas pendientes con Perú y que el fallo de por superadas todas la posibles controversias. Estamos frente a una oportunidad única para la integración total con Perú, mas potente en lo económico, político y social", aseguró el presidente de la Cámara Alta.
Finalmente, Pizarro reiteró que con el fallo Chile no tendrá "ninguna pérdida, los derechos soberanos de pesca están delimitados, la gente de Arica va a poder explotar sus recursos tal cual lo han hecho hasta ahora".
http://www.latercera.com/noticia/politica/2014/01/674-562791-9-presidente-del-senado-es-un-buen-fallo-para-chile.shtml