Nueva crónica y buen gobierno, 31 de agosto de 2013 - Número 129
Hugo Rodas: Marcelo Quiroga, biografía de una fascinación
Juan Carlos Salazar*
En julio pasado se cumplieron tres años de la publicación de “Marcelo Quiroga Santa Cruz – El socialismo vivido”. En la zaga de su investigación sobre la vida y obra del líder socialista, Rodas prepara una biografía breve y las obras completas del dirigente político asesinado por la dictadura militar y la publicación de un estudio sobre el pensamiento político de René Zavaleta Mercado.
Todavía lo recuerda. Guarda en su memoria el día que lo vio por primera vez en televisión, un 29 de junio de 1980, tres semanas antes de su asesinato en la sede de la Central Obrera. Lo ve en la pantalla con una chamarra negra, junto al dirigente obrero José María Palacios, desglosando la propuesta socialista para las elecciones presidenciales de ese año, lúcido, didáctico y brillante. Una imagen fuerte, definitiva. “Eso, para mí, fue el deslumbramiento”, dice Hugo Rodas Morales, biógrafo de Marcelo Quiroga Santa Cruz, al evocar el momento en que nació su “fascinación” por el líder socialista y con ello un proyecto bibliográfico de largo aliento.
A tres décadas de distancia y a tres años de la publicación de “Marcelo Quiroga Santa Cruz-El socialismo vivido”, la monumental biografía del líder socialista boliviano, Rodas Morales admite que su proyecto tuvo un comienzo “algo irracional”, pero que el libro es la culminación de “un proceso de racionalización de aquella fascinación y de aquel interés” juvenil y el resultado de un “ordenamiento de ideas y de historia”, una obra, en fin, que sirve para “comprender el pensamiento de Quiroga Santa Cruz y no aquello que aparecía simplemente como una imagen radical, audaz o valiente, es decir emocional”.
Rodas tenía 15 años cuando vio a Quiroga Santa Cruz en el programa de televisión que tanto lo impresionó. No tenía militancia política, aunque en su adolescencia había participado en algunas manifestaciones y movilizaciones obreras y campesinas para la reconquista de la democracia de fines de la década de los 70. Tampoco llegó a conocer personalmente al líder socialista, a quien, sin embargo, tenía como referente político, debido a que “su figura estaba presente, sobre todo a través de su voz”, en la Bolivia de esos agitados años. Fue cuando se aproximó al pensamiento de Marcelo. Con el paso del tiempo fue acumulando “cierto conocimiento general del tema” y se propuso “profundizarlo y trabajarlo” de manera detallada y sistemática.
La obra es resultado de una extensa investigación, iniciada formalmente en 1995, a partir de la “clara identificación” con “una referencia de izquierda socialista sin mancha, con una explicación del país y del significado de la sociedad boliviana superior a cualquier otra versión que hubiera surgido en la izquierda”, dice el autor en una entrevista concedida en la Ciudad de México, donde reside desde hace 17 años, al evocar las circunstancias en que decidió escribir la biografía de Quiroga.
Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Andrés, con estudios de posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso) y el Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) de la unam, Rodas Morales (Cochabamba, 1965) ha sido docente e investigador en la unam y la flacso de México y es autor de “Huanchaca. Modelo político-empresarial de la cocaína en Bolivia” (Plural, 1997) y de otras publicaciones en Bolivia y México. Actualmente es profesor-investigador de Ciencia Política y Administración en Ciudad de México.
“Marcelo Quiroga Santa Cruz-El socialismo vivido” salió de los talleres de la editorial Plural en julio de 2010. “Bueno, a tres años de su publicación, es preciso decir que la existencia del texto se debe, en un sentido riguroso, al editor”, dice su autor. Lamenta que al día de hoy no haya sido reseñado ni analizado desde el ámbito académico, aunque tuvo una amplia repercusión en la prensa nacional, y afirma que “el silencio de todos los medios de información del mas y su influencia en periodistas afines de la región importa una censura unánime” por la “manipulación” que hace el Gobierno de memoria histórica de Quiroga.
La biografía trasciende al personaje para constituirse en la radiografía de toda una época. Rodas Morales explica que “no se restringe al género biográfico y, en términos de investigación académica, viola los límites de los géneros disciplinarios”, ya que “no es una obra sociológica, no es una obra histórica, no es una obra biográfica” e “intenta integrar esas dimensiones y situar el pensamiento de Marcelo en el pensamiento de su época, que es un pensamiento del siglo xx, del socialismo del siglo xx, pero no en Bolivia, en todo el mundo”.
“Marcelo no pensaba en un ámbito local o provinciano o en sí mismo o en una política socialista sólo para Bolivia”, dice al recordar que Quiroga Santa Cruz era “tributario de su época”, algo que el líder socialista lo sabía y lo decía. Al respecto, recuerda el proverbio que Quiroga solía repetir según el cual “uno se parece más a su época que a sus padres”.
“El mundo de Marcelo es el mundo de su tiempo, no es un mundo de antes ni es un mundo imaginado, es un mundo de su tiempo y el mundo de nuestro tiempo es distinto. El mundo de nuestro tiempo creo que supone recuperar cierta tradición y tratar de mejorarla, de recuperar en cierta forma ese pensamiento y superarlo en aquello que se pudiera; tenemos más recursos en un ámbito democrático que los que tuvo Marcelo en medio de las dictaduras”, dice durante la entrevista realizada en un café del barrio de Coyoacán.
Rodas Morales recuerda a Quiroga Santa Cruz como una voz más que como una imagen. “Lo veo siempre como una voz. Como imagen, creo que veo la iconografía clásica, y un poco más allá de ella, pero esto es un poco más difícil de traducir. Los gestos humanos del rostro de Marcelo no están presentes en esa iconografía”, sostiene y afirma que ha encontrado en la voz de Marcelo, al escuchar cientos de grabaciones durante su investigación, los secretos de la personalidad que no pudo hallar en los textos que dejó el líder socialista.
“Sigo escuchando esa voz en los momentos que tengo tiempo y estoy solo, a veces al comer, a veces en algún momento del día, enciendo en una grabadora de cinta otra vez unos casetes de Marcelo y al escuchar esa voz detecto cuestiones que nunca había pensando y que están dichas ahí”, dice.
Obviamente, la imagen que tenía del líder socialista, una “imagen todavía escolar”, una “imagen de leyenda”, fue cambiando a lo largo de la investigación. No era el líder “único, lejano a todo por una extrañeza inexplicable, una capacidad y una altura moral e individual incomprensibles, extraño también en cuanto a sus formas elegantes, extraño al pueblo”, sino “ser humano, no un líder ni ajeno a las masas ni distante, sino al contrario, un ser humano, con una enorme ternura, con una enorme capacidad expresiva de sentimientos en lo cotidiano que no se veían en la práctica política”.
“Entonces la imagen de Marcelo es la imagen de un ser humano, que no tenía complejos, como todos los políticos en Bolivia por lo general tienen; actualmente, sin duda, desde el primero hasta el último; sin ningún apetito personal que resolver que no hubiera resuelto en su vida anterior”, resume.
Rodas Morales reunió durante su investigación el archivo más grande que existe sobre Quiroga Santa Cruz, incluso más completo que el que guarda la familia.-“No sólo que es el más grande, me temo que es el único ordenado”, dice. Un archivo que procede de diversas fuentes, fragmentario, pero también original. “Cristina Trigo me llegó a mostrar, y yo copié los periódicos, La Razón de la época en que nace Marcelo. Los originales, periódicos de la semana antes de que naciera Marcelo, en que sube Daniel Salamanca al gobierno, y que son joyas de nuestra historiografía; desde eso hasta la última de las cartas, ordenadas meticulosamente por ella y por Marcelo”, relata Rodas.
Toda esta riqueza documental, contenida en las 170 páginas de referencias bibliográficas de la biografía, se traducirá en un nuevo proyecto editorial, las obras completas del líder socialista, en actual preparación. Rodas Morales dice que, con el archivo ordenado como está, tiene ahora la posibilidad der encarar el proyecto en condiciones ventajosas.
“Yo pretendería –anticipa– que fueran unas obras completas como hoy en día se hace, anotadas, con rigor bibliográfico y de fuentes, impecables en lo posible, que sean antes revisadas exhaustivamente, cosa que no ha ocurri-do con mi propio texto por una decisión personal debida a mi desinterés en publicarlo”. Según el compilador, las obras completas serán más importantes que su propio libro, porque “allí está la voz directa de Marcelo con todas- las referencias y, sobre todo, el corpus de una obra íntegra”, donde se verá “al hombre íntegro, completo en sus distintas facetas, como creador artístico, como político, también en su labor cotidiana, doméstica o incluso partidaria”.
El proyecto –prosigue– “avanza lentamente, sobre todo, porque una buena parte de textos inéditos en forma de entrevistas e intervenciones públicas, cerca de 2.000 cuartillas que fueran desgrabadas de cintas hace década y media, no se conservaron en el soporte electrónico y deben ser transcritas (…). Además se han incorporado algunos materiales a los que antes no accediera o cuya existencia desconociera que, si bien son escasos, resultan no menos imprescindibles para las obras completas”.
Rodas Morales ha elaborado una propuesta con los índices detallados de los siete volúmenes que integrarían las obras, de alrededor de 450 páginas cada uno, organizados temáticamente. El primer volumen incluiría la obra literaria (1952-1980); el segundo, la obra periodística (1960-1971); el tercero, los editoriales radiales y obra periodística en el exilio; el cuarto, la obra crítica en defensa de los recursos naturales (1966-1979); el quinto, la obra crítica de ensayo político e intervenciones parlamentarias; el sexto, la obra crítica de intervenciones partidarias y debate político; y el séptimo y último, la obra crítica de entrevistas políticas e intervenciones internacionales.
A tres años de la publicación de la biografía, el autor dice que hoy la escribiría de manera distinta, bajo otra idea, que tal vez le quitaría la “cosa barroca que tiene, dificultosa por momentos”, pero que no disminuiría su extensión: 796 páginas distribuidas en tres tomos. “Si este libro desde la primera página hace escapar al lector, como parece que en parte lo hace, no está escrito para ese lector. Está escrito para otro lector, que yo creo que los hay, y me he sorprendido con los varios y muchos lectores que están acabando los tres volúmenes, me sorprende. No hay todavía una sola reseña del libro en nuestras revistas, nuestros periódicos, pero que alguien lo hay leído escrupulosamente para mi es suficiente, un lector sería suficiente”, sostiene.
Ante las observaciones que le hicieron en ese sentido, Rodas Morales ha decidido reescribir una historia de Quiroga Santa Cruz, solamente biográfica, para atender al pedido que le ha hecho gente diversa en favor de “un texto sencillo y breve, aunque sin compartir la idea”. Y en eso está trabajando actualmente.
Durante la investigación se topó con otra figura contemporánea de Quiroga Santa Cruz, René Zavaleta Mercado, a cuyo pensamiento dedicó una tesis de maestría, “Expresión barroca e intersubjetividad nacional popular boliviana en René Zavaleta Mercado (1937-1984”, bajo la dirección de Horacio Cerutti Guldberg, que está a punto de defender en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) y cuya publicación está prevista en Bolivia.
“A Zavaleta Mercado lo tengo como libro de cabecera de sociología (…). Me ha sido muy útil, lo tengo como la teoría sociológica más sofisticada sobre Bolivia desde el punto de vista académico y de ciencia política incluso. Creo que esto es irrebatible. Lo que se ha investigado sobre Zavaleta este tiempo ha dado unos aportes muy importantes, muy lúcidos desde el punto de vista académico”, dice.
“Sin embargo, desde mi punto de vista, así como Marcelo Quiroga es una vida y una obra admirables en ambos sentidos, Zavaleta lo es como obra, como vida en absoluto. Creo que como vida es uno de los ejemplos que también podemos tener de lo que no debe hacerse en política cotidiana”, dice, y le recrimina, entre otras prácticas políticas, haber descalificado “por celo personal, por una cuestión emocional”, a personas como Quiroga Santa Cruz, dice Rodas Morales en un breve apunte sobre su nueva investigación, un estudio que promete polémica.
* Periodista
http://www.nuevacronica.com/cultura/hugo-rodas-marcelo-quiroga-biografia-de-una-fascinacion-/
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