domingo, 3 de agosto de 2014

Los mejores de Bolivia Jaime Laredo y Ana María Vera - La Razón



















Músicos. Laredo reside en Estados Unidos; Vera en Inglaterra. Tocarán en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Foto: Los mejores del mundo

Músicos. Laredo reside en Estados Unidos; Vera en Inglaterra.
Tocarán en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Foto: Los mejores del mundo








La Razón (Edición Impresa) / Sergio Calderón - periodista







00:00 / 13 de julio de 2014





Tienen dos elementos en común y una pasión. Son
bolivianos que no olvidaron sus orígenes, cuentan con un talento innato
que desde temprana edad les marcó el camino a los escenarios más
transcendentales del mundo y ambos comparten el amor por Bolivia. Jaime
Laredo y Ana María Vera, los músicos más importantes de nuestro país,
regresan a su patria y unen sus talentos en una gira para rendirle
homenaje a Bolivia.
Con el título de Los mejores del
mundo en Bolivia, los artistas llegarán a escenarios de las ciudades de
La Paz, Cochabamba y Santa Cruz los días 5, 13 y 15 de agosto,
respectivamente. En la sede de gobierno la presentación se realizará en
el lugar que le rinde homenaje al violinista cochabambino, el teatro al
aire libre Jaime Laredo. Las presentaciones se completarán en el salón
El Portal en la ciudad natal de Laredo y en el Museos de Historia de la
capital cruceña. En las dos primeras presentaciones los maestros estarán
acompañados por la Orquesta de Cámara Juvenil Bolivia Clásica, la que
expresa la labor de formación que Ana María Vera realiza en Bolivia y
que Jaime Laredo respalda. LAREDO. Desde su casa en Vermont, Estados
Unidos, con el violín en la mano que aún vibra por la melodía
interpretada y la emoción reflejada en su amplia sonrisa, Jaime Laredo
realiza una grabación para la promoción de los eventos. “Estoy planeando
mi viaje a Bolivia que ha de ser en agosto. Para mí será un viaje muy
emocionante porque hace muchos años que no estoy en mi país, casi 30
años, estoy muy feliz”.
Como si compartieran la
partitura emocional del encuentro, desde Londres, también en su casa y
al lado de su piano donde acaba de interpretar un huayño, Ana María Vera
sonríe y expresa: “Será la primera vez que toco con Jaime Laredo, dos
bolivianos que nos conocemos desde hace muchos años pero no hemos tenido
esta oportunidad hasta ahora. Y va a ser precisamente en Bolivia.
Estamos haciendo esto para Bolivia en el mes de Bolivia. Estamos muy
contentos y muy emocionados”.
El 7 de junio de 1941
nació en Cochabamba quien será el más prodigioso de sus hijos. Sus
padres Eduardo Laredo y Elena Unzueta no solo reconocieron el talento de
su hijo Jaime, sino también tomaron conciencia de la necesidad de
formarlo.
Eduardo Laredo Quiroga, amante de la
música clásica, junto a otros cultores de este arte fundó la Academia
Man Césped dedicada a la formación musical de niños y jóvenes. Iniciado
en el arte por su papá, a los cinco años, el pequeño Jaime se encontró
con su primer profesor de violín, el maestro Carlos Flamini. Conscientes
de los obstáculos que la familia tenía que vencer para que Jaime pueda
continuar su formación, en 1948 el matrimonio Laredo-Unzueta emigró a
Estados Unidos con sus tres hijos: Martha, Teddy y Jaime. Con siete años
de edad, Jaime dejó su natal Cochabamba y de su casa en la avenida
América solo quedaría un archivo de recuerdos.
Ya en
la tierra del norte, la familia Laredo-Unzueta realizó un considerable
esfuerzo para enfrentar un difícil periodo y permitir que el novel
músico continúe con sus estudios. Jaime recompensó el esfuerzo familiar
con largos días de estudio que sobrepasaban las diez horas diarias, lo
que sumado a su talento le permitió alcanzar becas educativas.
En la ciudad de San Francisco, Frank Houser y Antonio De Grassi
impartieron lecciones de violín al joven estudiante. En Cleveland, en
1953, continuó estudiando con Joseph Gingold. Su formación se completó
en la ciudad de Philadelphia en manos del profesor a Ivan Galamian del
Instituto de Música de Curtis.
En 1949, la Crocker
Art Galery de Sacramento presentó el talento del niño boliviano, quien
con ocho años debutó con éxito en su primer concierto. Tres años
después, su presentación con la Orquesta Sinfónica de San Francisco lo
consagró como una realidad artística. El San Francisco Examiner comentó:
“En los años 20 fue Yehudi Menuhin, en los años 30 fue Isaac Stern y
ayer en la noche fue Jaime Laredo”. Las prestigiosas revistas Life y
Time también destacaron su participación en el concierto de la Unión
Panamericana en Washington. Cuando cumplió 15 años retornó por primera
vez a Bolivia, en el marco de su primera gira artística por Sudamérica,
acompañado por el pianista Antón Kuerti.
El
reconocimiento internacional llegaría en 1959 cuando el joven boliviano
sorprendió a la crítica y se alzó con el Primer Premio del Concurso
Bienal de Bruselas, convocado por la Reina Isabel de Bélgica, uno de los
premios más importantes del mundo artístico.
La
Reina Isabel de Bélgica, una violinista reconocida, impulsaba el
concurso para promover el talento de jóvenes músicos. Posicionado como
uno de los eventos de música más prestigiosos, el Concurso Bienal de
Bruselas reunía a los músicos más renombrados en el ámbito
internacional, tanto en el jurado del concurso como en el grupo de
concursantes. La edad de mínima de los aspirantes era 18 años y la
máxima 30.
En 1959 Jaime se presentó con 80 jóvenes a
la competencia. Tocó un violín de la célebre marca Stradivarius llamado
“El Emperador”, instrumento proporcionado por la Fundación John Phipps
de Nueva York. “Jaime Laredo que hace poco nos dejó soñando con su
recital en Washington y a quien comparé con Heifetz, Francescatti y
Oistrakh, está ahora concursando en Bruselas. Si Jaime no gana el primer
premio, yo quisiera conocer y escuchar al violinista que lo pueda
superar”, señaló el crítico de arte de Washington Paul Hume.
Era  la madrugada del 31 de mayo de 1959 se conoció el veredicto que
emocionó al pueblo boliviano. Jaime Laredo Unzueta retornó al país el 10
de diciembre de 1959. El recibimiento fue algo nunca antes visto. Desde
que se abrió la puerta del avión del Lloyd Aéreo Boliviano y la gente
corrió a levantar en andas al héroe nacional, el desfile en un auto
descapotable, hasta llegar al estadio Hernando Siles con las tribunas
repletas y coreando el nombre del violinista. Estos momentos se pueden
observar en el documental Laredo de Bolivia, dirigido por el cineasta
Jorge Ruiz.CARRERA. Realizar un resumen de la carrera de Laredo es un
desafío. En octubre de 1960 se presentó en el mítico Carnegie Hall de
New York, un año después en el Royal Albert Hall de Londres. A ello se
fueron sumando las presentaciones con las más importantes orquestas de
Europa y América —las sinfónicas de Londres, Filadelfia, Boston,
Helsinki y Chicago, entre otras— interpretando bajo la dirección de
George Szell, Leopoldo Stokovski, Charles Munch, Daniel Baremboim y
Josef Krips.
Con su talento, Laredo también alcanzó a
ser un gran intérprete de viola, lo que le permitió grabar cuartetos
con otros grandes de la música como Isaac Stern, Yo-Yo Ma y Emanuel Ax.
Con ellos consiguió uno de los premios más importantes en su carrera, el
premio Grammy en 1991.
Como maestro ha impartido
clases en prestigiosos centros como el Instituto Curtis de Música o la
Indiana University School of Music. Como director de orquesta lleva una
carrera de más de 25 años dirigiendo a importantes elencos, sobre todo
en los Estados Unidos.
 En un resumen de su hoja de
vida se puede leer: “descendiente de la civilización aymara”. Y es que
Ana María Vera reconoce su origen y dice orgullosa que es boliviana. De
visita en la casa de la popular calle Santa Cruz de la ciudad de La Paz,
que pertenece a su padre, Mario Vera, un gran apasionado por la música
clásica, Ana María recuerda los días de su infancia que pasó en este
lugar.
Esos recuerdos se mezclan con los de su madre
holandesa, Marianna Woudstra, quien inició su formación musical a la
edad de tres años. Ana María prosiguió sus estudios con Ylda Novik para
luego encontrarse con el gran maestro Leon Fleisher.
A sus cinco años debutó en público. La niña boliviana ganó el primer
premio en el concurso realizado en el Conservatorio Peabody de
Baltimore, Estados Unidos. Cumplidos los siete años, su actuación con la
Sinfónica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se constituyó en su
primera presentación con una orquesta. Debutó en Europa a los ocho años,
ofreciendo un recital en el Concert Gebouw de Ámsterdam con la Orquesta
Sinfónica de Colonia, Alemania. A los nueve fue la solista más joven
que se presentó en el Centro Kennedy con la Sinfónica Nacional de
Washington.
A los 12 años el éxito la llevó a
escenarios poco convencionales como la Casa Blanca en Washington.
Sonriente se puede observar en una fotografía al entonces presidente de
los Estados Unidos Jimmy Carter, quien toma de la mano a la deslumbrante
niña. A ello se suman sus presentaciones para el Emperador de Japón en
el Palacio Imperial, para los  Príncipes de  Mónaco en Monte-Carlo y
para el Príncipe de Gales en Highgrove.
La primera
grabación de la pequeña artista terminó con toda susceptibilidad del
círculo discográfico. La casa Philips le concedió un Disco de Oro por la
grabación de obras de Mozart y Haydn con Edo de Waart y la Filarmónica
de Rotterdam. Su último disco, Goyescas, con obras de Enrique Granados,
publicado en 2009 por Signum Classics, ha sido calificado como una
desafiante innovación.
Como solista, Ana María tocó
con las orquestas más prestigiosas, como la Philadelphia Orchestra, la
Cleveland Orchestra, la National Symphony, la London Philharmonic
Orchestra, la Orquesta Sinfónica de Barcelona y la Australian Chamber
Orchestra, entre otras.
Cuando se buscan comentarios
se encuentran críticas que claramente definen el talento de la artista.
Sobre su versión del Concierto de Ravel se dijo: “Los últimos
movimientos brillaron con la diversión y el humor, hablando de la
serenidad, la distancia y hasta de la eternidad”.

Deseosa de contribuir al desarrollo de su país, Ana María vera en 2011
fundó Bolivia Clásica, una organización con sedes en Londres y La Paz
cuyo objetivo es la creación de un festival internacional de música y
una academia para los niños y jóvenes más talentosos del país. Bolivia
Clásica está constituida como fundación y ya cuenta con una orquesta
estable de sus alumnos.

http://www.la-razon.com/suplementos/tendencias/Bolivia-Jaime-Laredo-Maria-Vera_0_2086591464.html




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